No daban señales

El personal de la residencia no llegaba para abrir a la ambulancia: "No tenían conocimientos sanitarios"

Hemos estado con Pablo Bravo, quien nos ha contado como vivió una situación en la que su madre pedía ayuda, pero no había nadie en la residencia disponible. Pasó mucho tiempo hasta que la ambulancia llegó y cuando lo hizo, no había nadie para abrir la puerta.

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La falta de personal, una centralita rota y la ausencia de enfermería provocan que una mujer de 93 años con problemas para respirar pase más de una hora sin ser atendida en su residencia.

La familia ahora denuncia que ni siquiera había personal para abrir la puerta de la ambulancia.

Desde 'Y ahora Sonsoles' nos hemos acercado hasta el lugar para conocer la versión de la residencia, pero nadie ha salido a atendernos.

"El director me ha dicho que no, no va a hacer ninguna declaración", es lo único que nos han contestado a través del telefonillo.

En el plató hemos estado con Pablo Bravo, hijo de la afectada, quién recibió la llamada de su madre porque nadie le atendía: "Es un problema brutal".

"Se negocia con la gente mayor. No se mira por ellos", ha confesado tras mostrar la indignación que le invade el cuerpo.

Pablo Bravo también ha querido dejar claro que los menús de las residencias no suelen tener los mejores platos.

Una situación que ya hemos denunciado en alguna ocasión en este programa por una residencia donde los ingresados perdían peso de manera descontrolada.

Por si fuera poco, cuando la ambulancia llegó para intervenir, no había personal disponible para abrir la puerta.

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