Piden continuar el tratamiento

En coma por una reacción alérgica y con incertidumbre por su futuro: "Solo queremos que nos dejen respirar"

Marta estaba en el gimnasio con una amiga y decidieron probar un batido, que no sabía que contenía pistacho, un alimento al que es alérgica. Ahora está en coma desde entonces y su familia está luchando por encontrar una solución al estado de su hija.

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Hace unos días conocíamos el caso de Irene, una joven de 17 años que fallecía después de beberse un café contaminado con la proteína de la leche, a la que era alérgica y manifestábamos los riesgos de vivir con una alergia.

Ahora conocemos el caso de Marta Pérez, una joven de 19 años que entró en coma hace más de seis meses tras beberse un batido de proteínas que contenía pistacho, al que es alérgica.

Nada más empezó a encontrarse mal, la joven acudió al centro de salud donde le pincharon una dosis de Urbason y le dieron el alta. Sin embargo, de camino a casa, su estado empeora y su madre la lleva a urgencias, donde sufrió una parada cardiorrespiratoria por la reacción.

Ese día la vida de su familia cambió por completo, que lleva luchando desde entonces por encontrar una solución al estado de su hija.

"Si en vez de enviarla a casa hubiera estado observada no habría pasado esto"

María Verdejo, madre de Marta

Cuando la ingresaron en un primer momento en el hospital de Alcoy, la familia denuncia que el trato recibido fue muy malo e incluso daban a su hija por muerta, por lo que no recibía atención sanitaria, lo que, según su familia, hizo que empeorara.

Después de muchas quejas, consiguieron trasladarla al hospital de Valencia, donde hay un tratamiento que está funcionando y con el que el estado de su hija está mejorando. Sin embargo, solo les queda un mes y tienen miedo de lo que pueda ocurrirle después a Marta.

"Lo único que pedimos es que siga con este tratamiento", ha dicho su madre, María Verdejo, en el programa. Ellos solo quieren que les dejen respirar sabiendo que su hija va a estar bien atendida y va a tener lo que necesita para mejorar.

La mujer ha asegurado que en el primer hospital lo pasaron muy mal porque perdió mucho peso, con pulsaciones de hasta 150 o 160 y agarrotada por el dolor. "Nos decían que no sufría y que nosotros no queríamos entenderlo", ha dicho.

Marta supo que algo no iba bien y fue ella misma quien condujo hasta el centro de salud, por lo que no se esperaba que algo así pudiese ocurrir. "Si en vez de enviarla a casa hubiera estado observada no habría pasado esto", considera su madre.

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