Crimen
El perfil del asesino confeso de Sibora y Paula: "Inseguro, con complejos desde la infancia que enmascara en una figura muy varonil"
Marco terminó del mismo modo con la vida de dos exparejas: Sibora y Paula. Lo hizo cuando ambas le dijeron que querían terminar la relación. Este es el perfil psicológico de un depredador sexual "de manual".
Cuando Marco terminó con la vida de Sibora decidió emparedar los restos para ocultar el cadáver. Terminó con su vida de 10 puñaladas por la espalda, la cubrió de cal, la introdujo en un arcón, colocó sobre el cuerpo unas flores y depositó en ese mismo lugar el arma del crimen. Para evitar ser descubierto realizó un doble fondo en un muro del dormitorio donde levantó una falsa pared. Así restó más de un metro a la habitación pero nadie se dio cuenta del cambio. Ni siquiera el propietario de la vivienda que, cuando Marco dejó el piso, volvió a alquilarla a otra pareja que sin saberlo ha estado 7 años conviviendo con el cuerpo sin vida de la mujer.
Después de aquello Marco llevó una vida aparentemente normal hasta que 9 años después ha sido detenido por el asesinato de otra expareja. Paula. Ambas, Paula y Sibora, tenían 22 años cuando fueron asesinadas y trabajaban como camareras. El asesino terminó con su vida en el mismo momento: cuando le comunicaron que querían dejar la relación.
Tras 4 días de búsqueda los expertos encuentran el cadáver
Fue el propio Marco quien le dijo a los agentes que él había matado a Sibora. Lo hizo cuando estaba siendo trasladado por la comisaría y encontró un cartel en el que podía verse una imagen de la chica. Figuraba en la lista de personas desaparecidas. Marco vio fu foto y le dijo a la Policía que él podía decir dónde estaba el cuerpo. Tras días de inspección en el piso que compartieron juntos, los efectivos terminaron encontrando sus restos mortales.
Los expertos definen a Marco con una personalidad impulsiva y celoso patológico. Beatriz Izquierdo, abogada y criminóloga, señala que estamos ante un maltratador de libro con una 'celopatía' que lleva a una dificultad para controlar tus impulsos. Este perfil suele corresponder a personalidades inseguras con complejos importantes desde la infancia que se enmascaran con una figura muy varonil y una carácter muy violento. "Son acomplejados que no soportan que te digan adiós".
"El altar que él hizo es la expresión de la sumisión extrema. No solo es que no e vayas a ir con otro es que te vas a quedar conmigo para siempre. Muchos asesinos y depredadores han hecho cosas de estas. Dejar los cadáveres muy cerca. Es la sensación de tenerlos cerca para que no se marcharan", señala.
Añade Bárbara Royo que cuando le vuelven a detener confiesa el anterior crimen porque para eso ha creado su obra.