El embarazo de Marina evitó la prisión para Sergio Morate

"Debo condenar y condeno a Sergio Morate Garcés, como autor criminalmente responsable de un delito de difusión de pronografía infantil a la pena de un año de prisión". Así de claro lo deja la sentencia fechada en julio de 2012 contra el que tres años más tarde se convertiría en el asesino de las chicas de Cuenca. ¿Por qué Morate no entró entonces en prisión? ¿Qué argumentó para eludir la cárcel cuando tenía antecedentes penales por otros dos delitos anteriores: detención ilegal y amenazas contra una ex novia?.

Pues la clave a esos interrogantes esta en un auto fechado en Cuenca tan sólo tres meses más tarde de aquélla sentencia, el 30 de octubre de 2012, y en el que arugumenta claramente que la que fuera su última novia y una de sus víctimas, Marina, estaba embarazada. Morate logró así eludir la cárcel y "sustituir la pena de 1 año de prisión a dos de multa, "a razón de una cuota diaria de 3 euros".

Lo que no imaginaba Marina es que dos años y diez meses más tarde, el que hubiera sido el padre de su hijo, se convertiría en su verdugo. A los 5 meses de romper la relación, Morate acabó el pasado mes de agosto con la vida de Marina y la de su amiga Laura cuando ambas se disponían a ir a recoger los enseres personales de Marina tras haber decidido poner punto final a una tormentosa relación sentimental.