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SEXO EN LAS AULAS
Cada vez más universitarios se dedican a la prostitución para pagar los estudios
"Si no hubiera crisis yo estaría estudiando y no tendría que haber llegado a esto de la prostitución". Esta es una de las razones que esgrime Sandra, estudiante de empresariales, para justificar lo que hace. Costearse sus estudios ejerciendo la prostitución.
Se trata de un fenómeno nada nuevo que, sin embargo, ha aumentado en los últimos años. Jóvenes universitarios que se dedican a la prostitución o bien para pagarse los estudios o bien para tener unos ingresos que les permitan disfrutar de algunos lujos que de otra forma no tendrían.
Sandra tiene 18 años y estudia empresariales en la universidad de Barcelona. Se costea sus estudios comerciando con su cuerpo. Gana 2.000 euros al mes y su caché es de 190 euros la hora. Su familia no sabe nada. "Les he dicho que trabajo en otra cosa diferente y por el momento, cuela". Sandra reconoce que engancha "al final se trata de un dinero fácil y rápido". Sin embargo, hay otro caso en el que la dedicación a la prostitución no responde a una necesidad económica. Cris tiene 19 años y estudia en la Facultad de Derecho de Barcelona. Se prostituye desde hace cuatro meses. "Con este trabajo me puedo permitir unos caprichos que de otra forma no podría tener", confiesa. Ambas, Cris y Sandra, sin embargo, coinciden en ocultar su actividad a la familia. "Sería todo un shock para ellos", confiesa Cris.
Por su parte "Aprosex" es una asociación que ayuda y protege a las prostitutas que no hacen la calle. Muchas universitarias le piden consejos sobre su trabajo y cómo tienen que actuar de forma segura con el cliente. Concha Borrell, su presidenta, asegura en Espejo Público que ha bajado enormemente el precio de estos servicios. "Antes se llegaba a pagar hasta 600 euros mientras que ahora no llegan a los 200".
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