#MujerEspejo
Araceli Mangas: "A los hombres se les reconoce mucho antes"
Hoy se sienta ante nuestro espejo la jurista que inspiró la entrada de España en Europa Araceli Mangas.
Treinta y cinco años de catedrática de Derecho Internacional le han dado a Araceli Mangas Martín un cierto aire cosmopolita cuando habla. 68 años y libre de compromiso, siempre lleva un bolígrafo y un pintalabios encima. Le inspira Concepción Arenal, le gusta oír Gracias a la vida de Mercedes Sosa y entre todas las leyes promulgadas elige una que no es española: la Carta Europea de Derechos Fundamentales. Su tesis sirvió de base para muchos de los negociadores españoles ante la Comunidad Europea y también con la OTAN. En contra de reconocer la existencia legal de Kosovo, siempre ha tratado de ser útil a la sociedad española.
Respuesta.- Estamos en el teatro, en este caso el teatro Pavón, porque una de mis aficiones principales es el teatro. Creo que hay mucha vida, muchas vidas en el teatro y se disfruta mucho.
Pregunta.- Tú te orientaste muy rápido hacia el Derecho Internacional en un momento en que España estaba en plena dictadura.
R.- En aquella época a los estudiantes de la universidad nos gustaba salir los veranos. Mi segundo verano fuera de España fue a Ginebra. Vi un curso sobre organizaciones internacionales y me quedé fascinada. Desde entonces me quedó claro que mi vocación era el Derecho Internacional. España tenía que volver donde había estado en el orden internacional europeo. Me parecía que eso iba a ser ya después de la muerte del dictador. Y eso es lo que ocurrió, efectivamente. España se volcó hacia afuera fue vital para nuestra economía, para nuestra sociedad...
P.- Y ahí estaba en ese momento de apertura gente como Araceli Mangas, que nos ayudaron a salir afuera. De qué manera ayuda tu trabajo a esa salida de España, por ejemplo a la Comunidad Europea...
R.- Yo empecé haciendo la tesis precisamente de cómo se tomaban las decisiones entonces, esa idea de que hay que dialogar y que no se puede imponer la posición de uno, sino que la norma se pacta y eso lo traté de hacer en la tesis y en un libro sobre el comité que es la clave del sistema decisorio. Pues impactó mucho, ayudó mucho a los jueves, a los funcionarios.
P.- Incluso algún presidente autonómico llegó a dormir con él.
R.- Efectivamente. Me dijo que lo tenía en la mesilla y le dije que era un poco dura para por las noches (risas). Y luego también me gustó mucho en aquella época estudiar aspectos internacionales de la Constitución Española porque se sabía también que si nos íbamos a adherir a la Unión Europea, antes teníamos que entrar por el peaje de la OTAN. De hecho yo hice uno de los primeros informes de cómo tenía que hacer España el procedimiento de adhesión a la OTAN.
P.- Y hablando de esos momentos, ¿España entró bien en la Comunidad Europea?
R.- Sí, yo creo que España lo negoció muy bien con mucha firmeza y con unos equipos negociadores extraordinarios.
P.- ¿Y tú cómo lo has tenido¿, ¿más fácil, más difícil que otros compañeros?
R.- No me he sentido realmente discriminada, pero si creo que hay muchas mujeres que se han visto discriminadas. el colectivo de mujeres se han visto desde luego discriminadas en las academias en el pasado y hasta hace muy poco y en otros muchos ámbitos. Yo creo que todavía se sigue discriminando a la mujer para llegar a puestos altos.
P.- Te acaban de dar un premio muy importante para un jurista, que es el premio Pelayo. ¿Crees que todo ese trabajo que has desarrollado se valora adecuadamente o se hubiera valorado más si hubieras sido un hombre?
R.- Si, a los hombres se les reconoce mucho antes. Está claro. Por ejemplo este premio, el premio Pelayo tiene ya 27 ediciones y solamente tres mujeres lo hemos conseguido en los últimos diez años más o menos. Personalmente estoy muy agradecida, muy reconocida, pero creo que hay muchas mujeres que no se les ha reconocido en su debido momento. Si hay hombres mediocres a los que se reconoce, bueno pues también a las mujeres mediocres, ¿no? Es decir, no me gusta reivindicar la mediocridad para las mujeres, pero también que solo solo destaque la excelencia... Al fin y al cabo en la vida social y política vemos mucho mediocre entre los varones que llegan a puestos muy diversos y muy altos. Bueno, pues me gustaría que la misma mediocridad, al menos, por lo de la igualdad, fuera igual para hombres y mujeres.
Araceli se pronuncia con decisión sobre las cuestiones que le preocupan con respecto a la situación de la mujer en nuestro país: "Todavía hay muchos ámbitos en los que la mujer no tiene apenas visibilidad, en ámbitos de las propias academias. Es muy difícil todavía para las mujeres pasar ese muro"
Pero aún se muestra más sorprendida con la situación que viven algunas jóvenes: "Luego también me preocupa mucho qué ha pasado para que las chavalas de 15 a 25 años consideren natural el someterse a sus compañeros y que las controlen los teléfonos o cómo tienen que vestirse. Es decir, ese sometimiento y o veo que la gente de mi generación, eso no lo permitíamos. En ese aspecto me preocupa que hay una vuelta atrás."
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Desde su punto de vista hay otro tipo de discriminación que no es sólo la machista: "Y luego que quizá también la desigualdad entre hombres y mujeres en Europa no es la única desigualdad importante. Las desigualdades de los linajes socioeconómicos persisten. ahí todavía se observa cómo los que son "hijos de" y encima varones lo tienen mucho más sencillo."