Al menos 15 españolas se han unido al Estado Islámico

María Ángeles Cala es la última española que ha intentado viajar a Siria para unirse al DAESH. La Guardia Civil la detuvo a finales de octubre en el aeropuerto de Barajas cuando iba a coger un vuelo a Turquía. María Ángeles, de 22 años, vivía en Almonte, en Huelva, tabajaba en un hotel, y no tenía raíces musulmanas. En menos de un año, cambió su indumentaria gótica por el velo islámico. Un caso de captación que ha sorprendido a la Unidad de Información.

Ahora sabemos que Abdelhamid Abaaoud, el cerebro de los atentados de París, ha movido los hilos de las redes de captación de mujeres españolas. Como otras jóvenes, a María Ángeles Cala la sedujo un joven de origen egipcio a través de la red. Antes que María Ángeles otras intentaron ese viaje a Siria y lo consiguieron. Es el caso de Tomasa Pérez, Asia Amed o Lubna Mohamed, esta última, una monitora de educación infantil en un colegio de Ceuta. Allí, en el barrio del Príncipe, de mayoría musulmana, muchas jóvenes están en el punto de mira de los yihadistas.

Pero el futuro que le espera a las mujeres captadas por el DAESH es tan incierto como peligroso. Algunas acaban explotadas sexualmente y otras están destinadas a coger las armas y luchar como combatientes.