Hablamos con él
El abogado de Rosario Porto, años después de un crimen lleno de incógnitas: "Condena injusta e injustificada"
Rosario Porto y Alfonso Basterra, los padres de la menor, fueron condenados a 18 años de prisión por el asesinato de su hija de 12 años. Ella se quitó la vida en 2020 y él continúa en la cárcel, pero el caso sigue lleno de incógnitas sin resolver.
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El 21 de septiembre de 2013, Rosario Porto y Alfonso Basterra acudieron a comisaría a denunciar la desaparición de su hija Asunta, una niña de 12 años que habían adoptado. Apenas 3 horas más tarde, su cadáver apareció en una pista forestal de Santiago de Compostela.
En Y ahora Sonsoles hemos hablado con José Luis Gutiérrez Aranguren, abogado de Rosario Porto, que ha contado que a raíz de su traslado a Brieva por el COVID, no pudo volver a tener contacto con ella. Ni el letrado, ni su psicóloga ni psiquiatra. "Éramos su sustento", ha dicho.
La condenada intentó quitarse la vida en ocasiones antes, pero, según el abogado, nadie la tomó en serio. Y es que la trasladaron a un lugar muy lejano en un momento muy malo para ella.
A la pregunta de quién mató a Asunta, ha dejado claro que Rosario Porto no lo hizo. "No hay ninguna prueba contra ella", ha dicho, además de asegurar que fue una condena injusta e injustificada.
El caso Asunta
El jurado consideró probado que los dos progenitores dieron Lorazepam en repetidas ocasiones a su hija y que lo hicieron también el día de su muerte y acabaron con su vida atándola de pies y manos para que no pudiera defenderse.
Pero desde el primer momento el caso ha estado lleno de interrogantes y preguntas sin respuesta. Según el magistrado, uno de los dos tenía claro que había que matar a la niña, mientras que el otro se dejó manipular porque tenía cosas que esconder.
En sus versiones, había desde el comienzo demasiadas contradicciones y cabos sueltos. Una de ellas que las cámaras de seguridad de una gasolinera captaron a Rosario con Asunta en el coche, pero ninguna grabó la imagen de Alfonso la tarde en la que murió la menor.
Su móvil lo situaba, además, en su casa de Santiago. Sin embargo, los indicios apuntaban a que era él quien llevaba meses sedando a la niña. Los cambios de versión tampoco ayudaron a esclarecer muchas de las incógnitas y esto hizo que la opinión pública condenara desde el primer momento a los padres.
Nunca llegó a aclararse quién trasladó el cuerpo de Asunta y cuándo fue depositado en el lugar, pues, además, uno de los testigos que pasó por la zona asegura que a las 22.30h el cuerpo no estaba en el lugar en el que fue encontrado. Y a esa misma hora los padres ya estaban en comisaría denunciando la desaparición.
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