PADRE DE DOS HIJOS

Kit Harington se sincera sobre el trastorno que sufre y cómo el final de Juego de Tronos empeoró su alcoholismo

Kit Harington ha hablado del momento más duro de su alcoholismo, tras su paso por Juego de Tronos, y cómo en rehabilitación le diagnosticaron un trastorno que le dificulta su labor como actor.

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Poco antes del final de Juego de Tronos en 2019, Kit Harington, su estrella principal, con permiso de Emilia Clarke, entró en una clínica de rehabilitación debido a su alcoholismo.

Fueron unas semanas duras para el actor y su mujer, Rose Leslie, que sus fans quisieron apoyar recaudando fondos. Pero la que tenía que lidiar con ello era la actriz de Ygritte, para la cual fue todo un aprendizaje y comentó que era algo con lo que siempre su marido "tendrá cuidado": "Depende de él si decide o no beber otra vez. Él es responsable de su comportamiento, no yo".

El intérprete de Juego de Tronos ya está recuperado de estos problemas de salud, producto de la fama y el éxito que consiguió por la serie, aumentando tras el final de la misma que le llevaron a estar deprimido y tener pensamientos suicidas.

Kit Harington y Rose Leslie
Kit Harington y Rose Leslie | Gtres

Ahora, ha vuelto a hablar de ellos, revelando que, además del abuso que hacía del alcohol, le diagnosticaron TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) mientras estaba en rehabilitación. Lo ha hecho en una entrevista para The Times, en la que comenta cómo al principió rechazó la ayuda para solucionarlo por su cuenta, "lo cual no funcionó después de unos cuatro años".

Harington explicó sobre sufrir TDAH que su cabeza "quiere ocuparse de todas las demás cosas de la habitación a la vez", dificultándole mucho su trabajo como actor: "No hago bien varias tareas a la vez. Si hay más de una cosa pasando por mi cabeza, me siento abrumado. Me pongo increíblemente inquieto, ansioso. Mi cabeza está por toda la habitación. No puedo lidiar con eso".

Kit Harington como Jon Snow en la temporada 4 de Juego de Tronos en 2014
Kit Harington como Jon Snow en la temporada 4 de Juego de Tronos en 2014 | Cordon Press

Todo ello empeoró tras el final de Juego de Tronos cuando interpretó a un alcohólico en la obra de Sam Shepard, True West, en Londres en 2018 y 2019: "La gente me trataba como al personaje, que era un héroe y bueno. Pero en mi vida, personalmente, no me sentía así en absoluto. Y eso, creo, me dejó algún tipo de trauma. Estaba bebiendo mucho. Estaba pasando por una adicción y todo lo que eso implica y escondiendo cosas de todo tipo. Y ese era el polo opuesto del personaje".

"El problema era que entonces no era sólo social. Nada me gustaba más que beber solo porque me sacaba de mí mismo, me sacaba de ese espacio mental, me sacaba de esa ansiedad al instante", ha asegurado el actor que prepara un spin off de la serie, centrado en la vida de Jon Snow.

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