CALOR Y VACACIONES

¿La salud mental mejora o empeora en verano?

Normalmente, asociamos el verano con la playa, el descanso, los libros, la comida fresquita… pero el verano trae mucho más que eso. A nivel psicológico implica tanto efectos positivos, como negativos.

Dos amigas se hacen un selfie en verano

Dos amigas se hacen un selfie en veranoFreepik

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El verano no solo trae vacaciones, helados y días más largos. También influye de forma notable en nuestra salud mental. A continuación, te contamos algunos datos curiosos y respaldados por la ciencia para ayudarte a vivir esta estación con más bienestar.

Así cambia la salud mental en verano

El verano puede ser una oportunidad para reconectar con uno mismo, pero también conviene estar atentos a las propias emociones. No siempre hay que estar bien ni sentirse feliz todo el tiempo. Escuchar el cuerpo y respetar los ritmos internos también forma parte del autocuidado.

Mujer tomando el sol en la playa
Mujer tomando el sol en la playa | iStock
  • La exposición al sol mejora el estado de ánimo

Está comprobado científicamente que la luz solar tiene un efecto directo sobre nuestro sistema nervioso. Un estudio (Lambert et al. 2002) encontró que la producción cerebral de serotonina, un neurotransmisor relacionado con el bienestar emocional aumenta con la exposición a la luz natural. Tan solo 15 o 20 minutos al día pueden tener un efecto positivo en el estado de ánimo. Eso sí, siempre con protección solar.

  • El sueño se altera con mayor facilidad en verano

Las altas temperaturas, los cambios de rutina y el hecho de acostarse más tarde pueden dificultar un descanso reparador. Dormir mal de forma prolongada puede aumentar la irritabilidad, la ansiedad y los problemas de concentración. Por eso, es importante intentar mantener horarios regulares, cenar de forma ligera y crear un ambiente fresco y oscuro en el dormitorio para asociarlo a un lugar de descanso.

  • El contacto con el agua tiene un efecto relajante

Los entornos naturales, especialmente los relacionados con el agua, ayudan a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Un estudio dirigido por White et al. (2013) mostró que estar cerca del mar o incluso mirar el agua puede inducir un estado de calma. Nadar, caminar por la orilla o simplemente contemplar el paisaje son formas sencillas y eficaces de cuidarse mentalmente. Además, puedes aprovechar esas ocasiones para practicar Mindfulness.

Pies descalzos en la playa
Pies descalzos en la playa | Freepik
  • El verano, una época dura para muchas personas

Aunque socialmente se asocia la época estival con el disfrute, muchas personas experimentan emociones difíciles, como soledad o tristeza, sobre todo si están pasando por un duelo, una ruptura o algún tipo de crisis personal. Además, los datos del Ministerio del Interior han mostrado que, en España, los casos de violencia de género tienden a aumentar al inicio del verano.

Entre los factores implicados se encuentran el incremento de la convivencia en el hogar, el aislamiento social durante las vacaciones y la interrupción de apoyos habituales. Es importante no minimizar estas realidades y recordar que pedir ayuda profesional es una forma legítima y valiente de cuidarse.

  • Menos pantallas, mejor salud mental

Un estudio controlado realizado en estudiantes universitarios demostró que limitar el tiempo frente al smartphone a menos de 2 horas diarias durante tres semanas produjo mejoras significativas en síntomas de depresión, calidad del sueño, bienestar y reducción del estrés (Pieh et al, 2025).

¿Qué impacto tienen las redes sociales en la salud mental?

Las redes sociales en verano pueden afectar negativamente a la imagen corporal: durante el verano, el aumento de publicaciones en redes sociales mostrando cuerpos idealizados puede generar presión y malestar, especialmente en mujeres jóvenes.

Este fenómeno se acentúa con la mal llamada operación bikini, que promueve estándares poco realistas sobre cómo "debería" verse un cuerpo en verano. Diversos estudios han relacionado el uso intensivo de redes como Instagram con una mayor insatisfacción corporal, baja autoestima y síntomas de ansiedad y depresión.

Por ejemplo, Brown y Tiggemann (2016) encontraron que la exposición frecuente a imágenes de cuerpos idealizados en redes se asocia con un mayor deseo de delgadez y comparación social perjudicial para la salud mental. Recordar que los cuerpos reales no tienen filtros, que la salud no se mide por la talla, y que el bienestar emocional está muy por encima de la apariencia, es fundamental para vivir un verano más libre y consciente.

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