Por qué nunca deberíamos poner la pizza recién sacada del horno en el envase de plástico en el que viene

Las pizzas precocinadas son una muy buena alternativa para salir del paso -además de estar muy ricas-. Lo saludable sería preparar una pizza casera, haciendo la base y poniendo los ingredientes al gusto. Sin embargo, no siempre disponemos de ese tiempo.

Actualmente, las pizzas precocinadas vienen en un envase de plástico, el cual retiramos antes de meter en el horno. Pero, si sabemos que el envase se derretiría con el calor, ¿por qué lo usamos de plato al sacar la pizza del horno?

Tiene el tamaño perfecto y es cómodo, pero la pregunta sería si realmente esto es sano. Y la respuesta es: no. Ese plástico no está preparado para el calor del honor, como tampoco es apropiado usarlo de bandeja de una pizza que acaba de salir después de estar a 200 grados.

La pizza contiene un calor residual que puede hacer que el plástico se derrita parcialmente -sin ser apreciable a la vista- y, por tanto, que esas partículas de plástico entren en contacto con la comida. De esta forma, es muy probable que al usar el envase de plástico estemos consumiendo parte de ese plástico; algo que puede llegar a ser tóxico.

Si bien es cierto que hay plásticos que aguantan ciertas temperaturas, como los tuppers aptos para microondas, este no es el caso. Es por ello que se desaconseja utilizar el envase de plástico a modo de plato para las pizzas recién sacadas del horno. Correr el riesgo de consumir partículas de plástico no es una opción.

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