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Sigue estos consejos

Sí, se puede: Cómo superar una ruptura amorosa

Hay quien se queda enquistada en una relación sentimental pasada y décadas después no solamente sigue sin superarla, sino que además esta situación le impide volver a relacionarse de forma sana de nuevo. Lo cierto es que es posible superar una ruptura sentimental, por más tormentos que haya provocado, con un poco de esfuerzo mental, paciencia, en ocasiones, ayuda profesional y siempre siguiendo unas pautas que nos ayudarán a dejar atrás el pasado, con su correspondiente duelo, y volver a estar fuertes y contentas para –quién sabe–volver a enamorarnos otra vez.

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O no, porque tal vez ha llegado el momento de aprender a estar solas y dejar de vivir con la creencia tan absurda como anacrónica de que somos seres incompletos por estas solteros.

¿Te encuentras en plena vorágine post-ruptura? Pues sigue estos consejos y verás como la cosa se te hace más llevadera. Piensa que probablemente no vas a estar bien mañana, que va a ser un camino intenso y largo, pero que un día te levantarás por la mañana y ya no te acordarás de aquella persona por la que sufriste tanto.

1- Fuera redes sociales

En su artículo 'Positive Approaches to Optimal Relationship Development', los psicólogos Xiaomeng Xu y Gary Lewandowski recomiendan diversas pautas para superar una ruptura sentimental. Una de ellas es olvidar las redes sociales de la pareja: no mirar Facebook, Twitter, Whatsapp o Instagram. Como si no existiesen. Es necesario cortar el vínculo, y si por casualidad eres tú la acosada, es fundamental bloquear o denunciar si fuese necesario.

2- Acepta que lo que te ocurre es normal. Sí, sí, normal

Tanto si has dejado a alguien como si has sido tú la persona abandonada, es importante entender que la familia nuclear y la pareja monógama que tanto ambicionabas no eran más que una utopía. Este pensamiento, según el psicólogo Rafael Santandreu, es muy liberador. “¿Es normal que una persona quiera estar veinte, treinta, cuarenta años con otra? Lo normal es que no, y cada vez más psicólogos y antropólogos aseguran que no lo es. Ocurría antes porque el hombre era poseedor de la mujer y no había otra opción, pero ahora que las mujeres tienen independencia económica, lo natural es que las parejas no estén tantos años juntas porque la gente se aburre. ¡Y es lo normal!”, afirma el psicólogo. Nada de sentimientos de culpa ni auto torturas por no haber logrado “salvar la relación”, estés en el lado que estés. Al final, asegura Santandreu, “pronto habrá más personas separadas que no separadas, ¿qué será lo normal, entonces?”.

Ruptura
Ruptura | iStock

3- No tomes decisiones importantes

Para la psicóloga Helena Romeu, es fundamental posponer las decisiones trascendentes para momentos en que estemos más tranquilas. Al principio, “llora, llora y llora”, afirma la terapeuta, que recomienda “hablar con amigos y familia todo lo que sea necesario”, así como iniciar una búsqueda de actividades que nos relajen y eviten que estemos todo el día dando vueltas a lo mismo: yoga, arte, deporte… En este sentido, un cambio de imagen tampoco sienta nada mal a modo de reset. “Mímate y quiérete: tú eres lo más importante en estos momentos”, aconseja. ¿Cómo? Peluquería, masajes… Lo que se tercie. Ya sufriremos después.

4- Evita la idealización

Lo dice el psicólogo y conferenciante estadounidense Guy Winch, para quien la mayoría de personas que se enfrentan a un abandono tratan de buscar motivos muy complejos cuando, simplemente, no los hay. “Superar una ruptura es tan dramático que tratamos de buscar el origen del desamor en causas igualmente dramáticas”, lo que nos llevará a dar vueltas y más vueltas a aquello en lo que hemos fallado y, poco a poco, comenzar a idealizar al otro. Craso error. “Para evitar la idealización, debemos lograr un equilibrio recordando su ceño fruncido, —no solo su sonrisa— lo mal que nos hizo sentir, el hecho de que nos perdimos en la montaña después de hacer el amor, discutimos acaloradamente y no nos hablamos en dos días. Lo que aconsejo a mis pacientes es que hagan una lista detallada de todas las veces que esa persona se portó mal con nosotros, de todas sus cualidades negativas, de todas sus manías, y que la guarden en el teléfono”. Y sí, quienes lo han probado aseguran que funciona, pues enfrentarse a la imagen real del otro y comenzar a interiorizarla nos hará sentir que tal vez no estamos tan mal sin él.

5- Ponte las pilas con la soledad constructiva

En palabras de Antonia Urrea, psicóloga del centro de terapia breve de Rafael Santandreu, es fundamental “aprender a estar solos con nosotros mismos como vía para el bienestar”. Parece una obviedad, pero lo cierto es que el pánico, a menudo irracional, a la soledad provoca no solo que en ocasiones mantengamos relaciones de pareja que no nos satisfacen, sino que empalmemos una relación con otra con tal de no plantar cara a algo tan sumamente agradable y constructivo, tan mágico, como es estar solas y en paz.

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