NovaMás» Vida

Remedios para las molestias

Niños: ¿qué puedes hacer (y qué no) con las picaduras de mosquitos?

En cuanto llega un poquito el calor, los mosquitos salen de su letargo invernal. Cuando bajan las temperaturas mueren o hibernan, pero cuando llega el calor… ¡ay cuando llega el calor! ¡A algunos les comen literalmente! ¿Sabes cuándo debes llevar a tu hijo al pediatra por una picadura? ¿Qué puedes comprar en la farmacia? Y los repelentes, ¿cuáles son realmente útiles? Aquí tienes todas las respuestas.

Picaduras

PicadurasiStock

Publicidad

Pero primero abordemos la pregunta del millón, ¿por qué a unas personas les pican más que a otras? Puedes encontrar miles de justificaciones: que si el olor corporal, el CO2 que desprendes, los colores de la ropa… ¿Qué cosas se ha demostrado de verdad que se relacionen con que nos piquen más los mosquitos? Pues, como otras muchas cosas, parece que son nuestros genes y nuestro grupo sanguíneo los que nos predisponen a que seamos más apetecibles para los mosquitos.

Dicho lo cual, una buena mañana tu hijo se levanta “comido” por los mosquitos. ¿Qué hacemos? ¿Le ponemos algo natural? ¿Compramos algo en la farmacia? ¿Será urgente llevarlo al pediatra? Veamos primero a los remedios caseros:

- Hielo: es bastante útil. El frío hace que se constriñan los capilares sanguíneos. Alivia el dolor y baja la inflamación si lo aplicamos inmediatamente.

- Amoniaco: fundamental en verano en casa. El veneno de algunas picaduras es ácido, por lo que su pH básico lo neutraliza. Se debe aplicar inmediatamente, sino el veneno se extenderá y ya no será tan útil. Si, pasado el momento inicial, continúa el dolor o la inflamación, sigue leyendo.

Ya hemos puesto hielo o amoniaco, pero tu hijo sigue molesto. Tenemos otras opciones. Para eso tendrías que acercarte a tu farmacia:

- Cremas y lociones con calamina: han demostrado su utilidad para calmar el picor, que es lo que más molesta.

Niño rascándose
Niño rascándose | iStock

- Antihistamínicos en crema: los antihistamínicos son medicamentos que combaten la liberación de la histamina, la sustancia que se libera en situaciones de alergia o picaduras. Son muy utilizados, aunque no deberíamos, sobre todo en niños. ¿Por qué? Son fotosensibilizantes. Es decir, si se lo ponemos a nuestro niño y le da el sol, podría tener reacción en la piel. Así que mejor evítalos.

- Antihistamínicos orales: como ya hemos dicho, estos medicamentos frenan la unión de la histamina a su lugar de acción. Están disponibles en jarabe o comprimidos y su dosis dependerá del peso de tu hijo. Tu médico te indicará cuál de ellos darle y a qué dosis. Ten en cuenta que hay diferentes grupos de antihistamínicos y algunos pueden dar sueño.

- Corticoides tópicos: los corticoides son sustancias antiinflamatorias. Los puedes encontrar en distintos formatos (crema, pomada o loción), según la extensión y la picadura en sí. Si llegamos a este escalón, un médico debería haber visto a tu hijo, ya que son medicamentos sujetos a prescripción médica.

Entonces, ¿cuándo deberías consultar por una picadura de mosquito?

Pues por tres motivos principalmente:

- Si la inflamación que produce la picadura es importante. Tu pediatra te indicará si necesita corticoides en crema o incluso por boca. Lo normal no es llegar a tanto. Pero las picaduras alrededor de la boca, los ojos o en las orejas son muy aparatosas y, a veces, dan una inflamación muy exagerada.

- Si tu hijo es alérgico a estos odiosos bichos. Si previamente ha tenido una reacción grave debería llevar siempre un auto inyector de adrenalina.

- Cuando tengas dudas. Parece algo obvio, pero si tienes dudas consulta sin prisa con vuestro pediatra.

Vale, pero ¿podríamos usar algo para prevenir la picadura? Pues sí, hay cosas a la venta pero no todas útiles. Anota:

- Para la habitación tenemos dispositivos que emiten ultrasonidos. Mejor olvídalos, son inútiles. ¿Difusores y aparatos de pastillas? Esos sí los puedes comprar, han demostrado su utilidad y se pueden usar en niños. No olvides seguir siempre las instrucciones de uso y evitar que lleguen a sus manos, no queremos sustos con intoxicaciones.

- ¿Pulseras? Tampoco te gastes el dinero en ellas. No han demostrado utilidad.

- Repelentes químicos tenemos varios. El más clásico y efectivo es el DEET. Según la Academia Americana de Pediatría no se debería usar en menores de 2 meses y, si esperamos a los 2 años para comenzar a utilizarlo, mejor que mejor. Otros compuestos como la icaridina o el IR3535 también son útiles.

- Si te gusta algo más natural, puedes usar el citriodiol o la citronella. Esta última es necesario aplicarla cada hora para que sea efectiva.

Publicidad