ASPECTO FÍSICO

Infancia y adolescencia: Etapas clave para aprender a aceptar nuestra imagen corporal

¿Por qué con un mismo tipo de cuerpo una persona se siente satisfecha y otra está llena de complejos?

Niños y niñas jugando.

Niños y niñas jugando.Pexels.

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La imagen corporal que tenemos sobre nosotros mismos es muy importante, principalmente porque forma parte de nuestra identidad personal.

En el proceso de formación de nuestra identidad existen 3 fases diferenciadas:

  • Fase 1 - Elaboración de la imagen corporal: percibimos nuestro cuerpo y esa percepción nos lleva a crear una imagen mental sobre cómo es nuestro cuerpo.
  • Fase 2 – Elaboración de los autoesquemas: percibimos cómo nos comportamos y esa percepción nos lleva a tener unos pensamientos sobre cómo somos. Se trata de pensamientos coherentes con esa percepción de nuestro comportamiento.
  • Fase 3 – Desarrollo del autoconcepto: integramos las dos percepciones anteriores generando el concepto que tenemos sobre nosotros mismos y el valor que nos damos en base a ese concepto.

¿Qué es la imagen corporal?

El desarrollo de la imagen corporal es el resultado de un proceso de adquisiciones cinestésicas (la capacidad de movernos) y visuales, afectivas, sociales, cognitivas (nuestros pensamientos) y simbólicas (nuestra capacidad de abstracción).

La imagen corporal es el conjunto de representaciones, percepciones, sentimientos y actitudes que las personas elaboramos con respecto a nuestro propio cuerpo, en nuestra infancia y a lo largo del ciclo vital.

La imagen corporal se puede definir como un constructo psicológico que hace referencia a lo que una persona percibe, piensa y siente sobre su propio cuerpo y apariencia. Se trata de una representación mental subjetiva y personal sobre el propio cuerpo y sobre la que surge otro concepto importante: la satisfacción corporal. Este concepto representa la preocupación por la propia figura y da lugar a evaluaciones positivas o negativas sobre el peso, tamaño y forma del propio cuerpo.

La imagen corporal se forma desde la infancia, pero es en la etapa adolescente donde se detecta mayor riesgo de sufrir trastornos relacionados con la misma. La preocupación por la apariencia física y la búsqueda de estereotipos estéticos han generado un aumento considerable de los trastornos asociados a la imagen corporal, pudiendo este hecho tener consecuencias sobre la autoestima, la salud mental o los hábitos de vida.

Factores que influyen en la satisfacción con nuestro cuerpo

Los chicos están más satisfechos con su cuerpo si se perciben como mesomorfos (es decir, con estructura ósea grande, físico atlético y músculos marcados) y las chicas si se perciben como ectomorfas (es decir, cuerpo delgado, con poca grasa y poco músculo), todo esto según los estudios de Jourard y Secord y Berscheid, Walster y Bohrnstedt.

Estos mismos estudios han mostrado que las chicas jóvenes más altas y los chicos jóvenes más bajos son los más insatisfechos con su cuerpo y de sí mismos.

Existe una gran diferenciación entre la imagen corporal subjetiva y la imagen corporal objetiva, según las medidas corporales (Toriola e Igbokwe, 1985): no hay relación significativa entre los datos reales y los autopercibidos.

Las personas somos poco conocedoras del atractivo real de nuestro cuerpo tal y como es percibido por los otros.

Las diferencias de género en cuanto a la satisfacción corporal son escasas: el 45% de los hombres se muestra satisfecho y el 4% insatisfecho; el 55% de las mujeres se muestra satisfecha y el 7% insatisfecha (Berscheid, Walster y Bohrnstedt, 1973).

La satisfacción corporal se relaciona con la personalidad y con la autoestima, así como con otros factores relacionados con la salud mental. La ansiedad suele ser menor en las personas con satisfacción corporal alta. Si la persona se rechaza, considerará que los demás van también a rechazarla, factor que está relacionado también con la fobia social (Raich, 2000).

Imagen corporal en la adolescencia

Un estudio de la UNIR de 2021 indica que el 59,8% de los adolescentes se encuentran insatisfechos con su imagen corporal, el 42,7% desean estar más delgados y el 17,1% más gruesos.

Los adolescentes insatisfechos con su imagen corporal reportan menores niveles de actividad física, poca adherencia a la dieta Mediterránea, déficits en la calidad de vida relacionada con la salud y baja autoestima.

La insatisfacción corporal junto con el perfeccionismo son una mala combinación que influye en el aumento de probabilidades de sufrir problemas relacionados con la comida como método desesperado de modificación del cuerpo (Behar, Gramegna, Arancibia, 2014).

Factores externos como los componentes socioculturales, los medios de comunicación o el entorno familiar y social pueden fomentar la prevalencia de estereotipos que afectan de manera directa a la satisfacción corporal (UNIR).

Ver pornografía es también un factor relacionado con la insatisfacción corporal (Rivera, Morales y Germosén, 2021).

En conclusión, la satisfacción subjetiva con el propio cuerpo es un factor importante en la aceptación y valoración positiva de uno mismo. Por tanto, es fundamental fomentar el autocuidado y el cuidado de los nuestros, sobre todo desde la infancia en valores afectivos y cognitivos.

Reforzar la valoración de la imagen y del autoconcepto en general, así como llevar una vida saludable y con una comunicación fuerte que sirva de barrera a los estereotipos de belleza sociales son herramientas muy potentes para ello.

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