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Día del Abrazo: Así reacciona tu cuerpo cuando te dan uno

El Día del Abrazo nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre los beneficios científicamente respaldados que esta muestra de afecto puede aportar a nuestra salud física y mental.

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El abrazo es expresión de afecto que trasciende culturas y fronteras. Es una de las primeras formas de contacto y afecto que experimentamos los humanos y por eso en Estados Unidos decidieron que se merece su día propio: el 21 de enero.

Como ha pasado con otras festividades y tradiciones del país norteamericano -como el Halloween o el Black Friday- su celebración se ha expandido al resto de países occidentales. Y por eso, hoy, en NovaMás, vamos a hablar de los abrazos y del impacto significativo que tienen en nuestro bienestar emocional y físico.

Liberación de oxitocina

Según este artículo de Asunción López-Calderón Barreda, directora del Departamento de Fisiología de la Universidad Complutense de Madrid, cuando alguien nos abraza, nuestro cerebro libera oxitocina, conocida como la "hormona del amor" u "hormona del abrazo". Este neurotransmisor desempeña un papel crucial en la formación de vínculos sociales y afectivos, promoviendo la conexión emocional entre las personas.

La oxitocina también ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, pues el acto de abrazar tiene el poder de disminuir los niveles de cortisol -la hormona del estrés- en nuestro cuerpo, contribuyendo a una sensación general de bienestar. Así lo apunta este estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina estadounidense. Además, otros estudios han demostrado que los abrazos regulares están asociados con una disminución de la presión arterial, lo que beneficia la salud cardiovascular.

Estimulación del sistema inmunológico

Según afirma una investigación de la Universidad Carnegie Mellon (Estados Unidos), la conexión social que se establece a través de los abrazos puede tener un impacto positivo en nuestro sistema inmunológico. Se ha observado que la expresión física de afecto contribuye a una mayor resistencia a enfermedades y una recuperación más rápida ante situaciones de salud adversas.

Liberación de endorfinas

El abrazo activa también la liberación de endorfinas, una de las llamadas "hormonas de la felicidad". Estos neurotransmisores desempeñan un papel importante a la hora de regular sistema nervioso y la respuesta al dolor, lo que nos provoca un estado de felicidad.

Pero no solo somos más felices por una mera cuestión química. Compartir abrazos de manera regular ayuda a reducir la sensación de soledad, promoviendo un sentido de pertenencia y conexión en la sociedad. La expresión física de afecto contribuye a la construcción y mantenimiento de relaciones interpersonales saludables, fundamentales para el bienestar emocional y mental.

¿Cuánto debe durar un abrazo?

Ahora que hemos explorado los diversos beneficios asociados con los abrazos, es esencial profundizar en la duración adecuada de este gesto afectivo. Aunque no existe una regla exacta y definitiva, investigaciones sugieren que la duración óptima de un abrazo perfecto debe ser, como mínimo, de 5 a 10 segundos. Es en este intervalo de tiempo que se activan de manera más significativa los beneficios fisiológicos y psicológicos asociados con el contacto físico.

Es importante destacar que la calidad del abrazo también juega un papel crucial. No se trata simplemente de la duración, sino de la autenticidad y la conexión emocional que se establece durante el gesto. Evitar las palmaditas en la espalda se ha vuelto una recomendación común, ya que estas pueden romper la continuidad del abrazo y reducir la intensidad de la experiencia.

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