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Cómo enseñar a tu peque a montar en bici sin ruedines

Tips útiles e imprescindibles para que tu hijo aprenda a manejar la bicicleta sin miedo y con seguridad.

Cómo enseñar a tu peque a montar en bici sin ruedines

Cómo enseñar a tu peque a montar en bici sin ruedinesiStock

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Para un niño, aprender a conducir una bici sin ruedines de manera autónoma va mucho más allá del mero hecho de saber usar otra herramienta más con la que divertirse. Montar en bici marca un antes y un después en su etapa de crecimiento hacia fases más maduras.

Al ser capaz de manipular un vehículo con total libertad y sin la ayuda de los padres, gana seguridad consigo mismo.

Empezar con o sin ruedines

No hay una manera de hacer mejor que otra, ya que lo importante como adultos es saber adaptarnos siempre a las necesidades de cada niño o niña.

Habitualmente se han usado los ruedines como paso previo a la conducción solo con las dos ruedas. Este paso no siempre es el mejor, dado que en algunos peques la etapa de los ruedines se alarga demasiado innecesariamente y, cuando se empieza a practicar sin ellos, el niño está en una edad en la que todo le da vergüenza o ha perdido el interés.

Además, los peques que han usado mucho las bicis sin pedales, las que se manejan con los pies, suelen adquirir mucha soltura con el manejo de una bicicleta normal, aprenden a tener habilidad con el manillar e incluso a mantener el equilibrio.

En estos casos, se puede probar a enseñar sin ruedines primero y comprobar tras algunas sesiones de práctica, si el peque está preparado. Para saberlo, veremos claramente que el niño o la niña tiene mucha soltura con el manillar y que no le cuesta excesivamente mantener el equilibrio. En ese caso, el aprendizaje mayor se centrará en el uso de los pedales.

En los casos en que el peque no haya usado nunca una bicicleta sin pedales, le será más fácil aprender con ruedines. La razón principal es que el niño o niña deberá aprender primero a manejar el manillar y a entender cómo funciona la conducción. También deberá tener confianza con el funcionamiento de los pedales. Por último, cuando esté familiarizado con el vehículo, se podrán retirar los ruedines para adquirir el equilibrio.

Algunos especialistas indican que, para saber cuándo un niño está preparado para ir sin ruedines debemos fijarnos en el peque por detrás: cuando los ruedines no toquen el suelo será el momento de retirarlos puesto que estará más preparado para no perder el equilibrio. Aunque más allá de teorias y técnicas, lo mejor es estar atento a las necesidades del peque y ofrecerle mucha confianza cuando queramos retirarlos.

Cómo enseñar a montar en bicicleta

Aunque cada maestrillo tenga su librillo, hay ciertos aspectos que es bueno tener en cuenta:

1. Que se lo pase bien

Hay un principio fundamental en el aprendizaje que debe respetarse si queremos que nuestro hijo o hija aprenda con facilidad: procura que se lo pase pipa aprendiendo. Es decir, pongamos todas nuestras energías en que parezca un juego, en el disfrute, en la diversión que supone aprender a montar en bicicleta.

Para que esto ocurra, debemos estar nosotros por la labor y transmitir esa sensación a los más pequeños. Que no vean el aprendizaje como algo técnico, serio y que acarrea broncas, gritos, reproches o malos modos. Aunque parezca algo baladí, el cerebro del niño aprende jugando. Y así debe aprender también a montar en bici sin ruedines.

2. Que sea el momento adecuado

No le enseñes a montar en bici un día que tengas prisa o puedas dedicar poco tiempo a esta tarea. Es importante no transmitir nerviosismo. De igual modo, hay que buscar el momento oportuno del niño y ver que esté receptivo y que tenga interés. De nada sirve que tu quieras que aprenda si él no tiene ganas.

3. Directrices claras antes de subir

El niño necesita escuchar ciertas cosas antes de empezar a aprender. Es importante explicar con antelación cómo le vamos a enseñar. Que escuche que primero va a estar sujeto por nosotros y que, después, le iremos soltando poco a poco. Indícale que tiene que mirar hacia delante y nunca a los pedales.

También es importante explicarle que es posible que durante su aprendizaje se vaya a caer. Hay que naturalizar este hecho, que forma parte del camino, sin miedo y sin culpa. Caerse es parte del proceso.

3. Adapta la técnica al niño y a ti

Hay diversas técnicas que aplicamos los padres y madres para sujetar al peque mientras no aguanta el equilibrio. Se puede empezar sujetando con una mano un manguito del manillar y con la otra el sillín por detrás. De este modo el niño “solo” tiene que pedalear. No obstante, no hay que alargar mucho esta técnica, puesto que interesa que el peque coja soltura con el manillar, que no es fácil.

Sujetar solo por el sillín por detrás es la técnica más utilizada desde siempre y, aunque muchos la desaconsejan, lo cierto es que miles de personas hemos aprendido así. Es útil en los casos en los que el peque ya ha usado anteriormente una bici sin pedales y el manejo del manillar le resulta más sencillo.

Otra técnica es la de sujetar al niño o la niña por los hombros o por la nuca para ayudarle a mantener el equilibrio. Es una técnica que también sirve, aunque no le gusta a todo el mundo, puesto que suele ser incómodo para el niño el agarre por esos puntos.

Cuando el peque ya circula prácticamente solo, es útil ir corriendo a su lado e ir sosteniéndolo por el codo si se va desequilibrando. Es un punto de apoyo sutil y poco invasivo con muy buenos resultados.

4. Motívale

Si haciendo todo lo anterior el peque es presa del miedo y del enfado al darse cuenta de la dificultad, es normal. En este caso, una buena dosis de motivación le vendrá bien. Haced planes de lo que podréis hacer una vez aprenda a ir en bici: ¿Una excursión familiar en bici? ¿Un paseo en bici en un camino cercano al mar y un picnic final en la playa? ¿Posibilidad de ir en bici cada día al colegio? Hay miles de planes que le pueden motivar a conseguir su meta.

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