Cocina americana o independiente: ¿Cuál es mejor?

Puede que para muchas personas las cocinas americanas fueran cosa de película, de revistas de decoración o de programas de televisión que se dedican a hacer reformas. Sin embargo, cuando buscas piso -ya sea de alquiler o de compra- o la posibilidad de una reforma se convierte en una realidad, hay una pregunta que te ronda por la cabeza: Cocina americana o independiente, ¿Cuál es mejor?

Si ese es tu caso y te planteas seriamente cuál es la mejor opción para ti y para tu casa, en este artículo te trasladamos una serie de preguntas para que las respondas y te ayuden a decantarte por una u otra.

¿Te gusta cocinar?

Si eres una persona aficionada a la cocina y disfrutas delante de los fogones, quiere decir que pasas mucho tiempo en la cocina. Sea cual sea el diseño que elijas, debe ser un espacio funcional, que tenga espacio de almacenaje y en el que te sientas cómoda.

Las cocinas abiertas -ya sean de pared simple, en forma de L, con una península o una gran isla- tienen menos espacio de almacenaje porque tienen menos paredes.

¿Sueles tener invitados o una gran familia?

Si disfrutas invitando a tu familia y a tu círculo de amigos a tu casa para compartir una comida o una cena, la cocina -que tradicionalmente se ha considerado un espacio de trabajo- adquiere un rol más social.

Disponer de un espacio abierto a la sala de estar, favorece la vida y la comunicación familiar. Permite a la persona que cocina participar en las conversaciones de las personas que están sentadas en la mesa o en el sofá y, no menos importante, vigilar a los niños que juegan en el comedor, en caso de que tengas.

¿Eres una persona maniática del orden y de la limpieza?

Si para ti es fundamental que tu casa esté ordenada y das mucha importancia a la limpieza, no puedes negar que la cocina da mucho trabajo. Por mucho que tengas lavavajillas siempre hay algún utensilio o pieza de batería, vajilla o cristalería que ronda por el banco de trabajo.

Para que una cocina transmita sensación de orden debes eliminar todos los elementos que favorezcan el ruido visual. Esto comporta tener el escurreplatos recogido, nada por lavar en la pica, los mínimos detalles de decoración -incluidos los imanes en la nevera- y seguir una misma línea cromática en todos los accesorios. Además, se tiene que tener en cuenta que la grasa, los humos y los ruidos del cocinado invaden otras estancias.

Si tienes una cocina abierta, estas recomendaciones deben seguirse al pie de la letra, mientras que si tienes una cocina independiente, el desorden que en un momento dado puedes tener en la cocina queda fuera del campo visual con el mero hecho de cerrar la puerta.

¿Cuántos metros tiene tu vivienda?

Un punto decisivo para optar por una cocina americana o independiente es el espacio que dispongas. Si tu vivienda tiene muy pocos metros, tendrás más necesidad de distribuir de forma eficaz los espacios, creando estancias abiertas donde fluya la luz y de sensación de amplitud.

¿Qué presupuesto tienes?

Las cocinas independientes son más económicas. Tener una cocina integrada en un salón implica una serie de condiciones que incrementan el precio. Si no tenemos en cuenta los cimientos de la vivienda -sustituir paredes por columnas o vigas- y nos centramos en el gasto energético, las cocinas americanas son menos eficientes.

En cuanto a los electrodomésticos, hay que priorizar los silenciosos y panelados -para que sean acordes con el diseño y sigan una misma línea cromática- y es imprescindible invertir en una buena campana extractora -preferiblemente integrada en el techo y con suficiente capacidad de succión para eliminar humos y olores-.

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