Por qué es tan importante echar un poco de sal cuando cocinamos postres

Las personas que suelen cocinar repostería con frecuencia saben que, incluso en los postres, es necesario echar una cucharadita o un pellizco de sal. Es fácil pensar que es raro añadir sal a un postre dulce, pero es algo realmente importante a pesar de parecer un sinsentido.

La realidad es que esa pequeña cantidad de sal tiene un gran efecto en los postres, incluso más que en los platos salados. Ese pellizco de sal va dirigido a la masa, mejorando su textura en el momento de hornearla. Esto ocurre ya que la sal reacciona con la harina haciendo que esta sea más homogénea y consistente cuando salga del horno.

Además, la sal tiene la capacidad de potenciar una gran cantidad de sabores, sin llegar a darles un sabor de plato salado, ya que para eso hace falta una mayor cantidad de sal. También se le puede dar un poco más de contraste si añadimos sal al postre acabado. Tanto es así que combinaciones como el chocolate con un toque de sal marina se consideran gourmet.

La sal también ayuda a que el postre dure más, alargando el tiempo que tarda en secarse. Desde siempre la sal se ha utilizado como conservante, y con los postres pasa lo mismo. Por todo esto, aunque parezca que una cosa no tiene que ver con la otra, es importante seguir estos pasos en las recetas y añadir la sal que se demanda cuando se cocina un postre.

¿Por qué deberías batir los huevos con una cuchara y no con un tenedor?

-