Saca la lengua
Dime cómo tienes la lengua y te diré que tienes que cambiar en tu alimentación
¿Tienes una capa espesa de color amarillento? ¿Quizá la tuya es de color rojo vivo? Te contamos qué significa
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Sacar la lengua está considerado un signo de mala educación pero, en determinados momentos, puede ser una fuente interesante de información sobre qué estamos comiendo o si hay algún problema en nuestro organismo. Mirarse de vez en cuando la lengua es bueno y puede darnos datos sobre deficiencias o problemas de algún tipo. He aquí algunos signos para interpretar lo que está pasando en ella.
La tienes roja y muy brillante. Podría significar que tenemos deficiencia de vitaminas. Una lengua con este aspecto puede ser una señal de que a nuestro cuerpo le faltan hierro o vitamina B12, que son necesarios para que las papilas maduren en la lengua. Con la deficiencia de las vitaminas, lo que ocurre es que la lengua adopta ese color rojo vivo y la notamos demasiado suave. También puede estar asociado a posibles enfermedades en el tracto intestinal que hacen que nuestro estómago no absorba las vitaminas correctamente.
Si tenemos una capa blanca demasiado gruesa. Puede deberse a una infección por hongos que, en muchos casos, está relacionada con el consumo de antibióticos. Lo que hacen los atibióticos es eliminar a las bacterias y dejar campo libre para que esta cándida aparezca. Puede producir alteraciones en el sabor de los alimentos o incluso un poco de dolor.
Si tenemos una capa de color marrón o incluso negro. Aquí tenemos un síntoma de una mala higiene bucal. También puede estar asociada a un consumo excesivo de tabaco o de café. Aunque no es demasiado importante, si que suele revelar estos malos hábitos. Lo mejor para tratar de eliminarla es cepillar nuestra lengua cuando nos lavemos los sientes.
Si tenemos arrugas o surcos en la lengua. Puede significar que nos hacemos mayores (sí, incluso nuestras lenguas muestran signos de envejecimiento). Las fisuras y grietas en la lengua son generalmente inofensivas, pero pueden surgir problemas si hay una higiene dental deficiente de por medio, lo que puede conducir a infecciones. Algunos aparatos dentales, como las dentaduras postizas, también pueden causar hendiduras en la lengua. Lo mejor: beber mucha agua y cepillarse concienzudamente.
Si tenemos placas blancas. Algo está irritando nuestra boca. Los parches blancos son causados por un crecimiento excesivo de las células. A menudo están asociados con los fumadores y son lesiones con entre un 5 y un 17 por ciento de posibilidades de desarrollar cáncer. En muchos casos, estas placas blancas, llamadas leucoplasias, pueden revertirse cuando dejamos de fumar. En otros casos, también pueden salir debido a un proceso de abrasión, por un roce constante del diente contra la lengua.
Si nos arde la lengua. Esta sensación tan desagradable se produce por varias causas. Una de ellas es la posmenopausia. Otra es el uso de una pasta de dientes incorrecta y poco apropiada para nuestro cuerpo, hacia la que podemos desarrollar incluso alergia por alguno de sus componentes como el lauril solfato de sodio. Se trata de un síntoma que puede ocurrirle a cualquiera (afecta hasta al 15 por ciento de la población), aunque las mujeres tienen siete veces más probabilidades de experimentarla que los hombres.
Si la tenemos llena de úlceras. Es un síntoma claro de estrés. Suelen ser más dolorosas durante los primeros cuatro a cinco días, luego disminuyen y finalmente desaparecen en unas dos semanas. La buena noticia es que no son contagiosas, con lo que nuestra pareja no tiene por qué preocuparse. Suelen tener un origen viral y aparecen en personas con un sistema inmune deprimido.
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