Así es el Hotel Neri, el único Relais & Chateaux de Barcelona ciudad

Luego vinieron más, pero el barcelonés Hotel Neri fue el precursor del concepto hotel boutique en el barrio de Ciutat Vella, en Barcelona. Ubicado en la hermosa plaza de Sant Felip Neri, en cuyas paredes pueden observarse aún los huecos que dejaron los ataques de las tropas franquistas durante la Guerra Civil, este pequeño hotel de apenas 20 habitaciones se encuentra en un palacete del siglo XVIII, unido con otro del siglo XII.

El encanto de un enclave sin parangón en Barcelona y una sofisticación bien entendida, sin ostentaciones, han hecho a este hotel merecedor de un lugar de honor en la exclusiva asociación Relais & Chateaux, el único que posee este reconocimiento en Barcelona ciudad.

De hecho, tan solo 33 establecimientos en España y Portugal forman parte de esta asociación. Entre ellos, encontramos restaurantes de tanto prestigio como el Sant Pau de Carme Ruscalleda, Mugaritz, Les Cols, Miramar, Arzak, Torre del Remei o Ramon Freixa Madrid, así como hoteles de la talla del bellísimo Orfila, en Madrid, o Mas del Torrent Hotel & Spa, en Girona.

En Portugal encontramos establecimientos tan interesantes como Fortaleza do Guincho, frente al mar de Cascais, o Bela Vista Hotel & Spa. Todos ellos tienen en común algo que va más allá del prestigio y el buen hacer, que podríamos definir como carisma, pues se encuentran en enclaves especiales y destacan por cuidar cada detalle.

El Neri, en pleno casco antiguo de Barcelona, tiene, de hecho, numerosos encantos que le han hecho poseedor de este reconocimiento. Para empezar su ubicación, pues hay pocos rincones en el mundo que destilen la magia de esta minúscula plaza con una pequeña fuente en medio, silenciosa por las noches y alegre y bulliciosa durante el día, momento en que se respira el delicioso ajetreo del barrio. Cuenta, además, con dos entradas, una por la pequeña calle Sant Sever y una fachada principal a la plaza. Es 'pet-friendly' y dispone de diversas habitaciones, algunas de ellas con terraza privada y hermosas vistas al barrio, con sus calles estrechas y empedradas.

La oferta gastronómica se divide fundamentalmente en dos espacios. Por un lado, su fantástica terraza, Roba estesa, un pequeño reducto de vegetación en el que podemos tomar 'snacks' o cócteles a cualquier hora del día mientras contemplamos la vida que nunca cesa en los terrados de Barcelona. Y por otro su restaurante de la planta principal, el Neri, que ofrece una cocina mediterránea elaborada con productos frescos de temporada, con platos tan sencillos como atractivos que pueden ir desde un estupendo besugo con verduras al vapor, un ravioli de langostinos o una de las mejores torrijas (por no decir la mejor) que hemos tenido la suerte de probar últimamente en la Ciudad Condal.

Cualquier momento es bueno, pues, para hacer una parada en este hotel, detenernos a recorrer su lobby, hacer un alto en el camino para degustar uno de sus cócteles en Roba estesa, o disfrutar de ese lujo bien entendido que destila cada una de sus habitaciones.