¿Cuál es el mejor momento del crecimiento del vello para depilarte con láser?

Cada vez son más las personas que se realizan la depilación láser. Y es que, resulta de lo más cómodo eliminar el pelo permanentemente en lugar de estar preocupados por depilarnos cada dos por tres, sobre todo en la temporada de verano.

Sin embargo, cada nuevo pelo que crece, tiene su propio ciclo de crecimiento. Por eso, si empezamos un tratamiento de depilación láser, tenemos que ser conscientes de que nos llevará varias sesiones y es posible que no sepamos del todo bien cuándo es el mejor momento para empezarlas.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta, es que el número de sesiones dependerá del tipo de vello que tengamos, el color, la densidad, el color de piel... porque estas características serán fundamentales a la hora de saber cuántas sesiones tendremos que darnos, la frecuencia y la intensidad del tratamiento.

Por otro lado, el crecimiento del vello se puede dividir en tres fases: La anágena (fase de crecimiento), la catágena (fase de transición) y la telógena (fase de reposo). Entonces, ¿En cuál de estas fases se recomienda comenzar la depilación láser?

La fase anágena es la fase perfecta para comenzar la depilación láser

Como ya hemos señalado anteriormente, la fase anágena es la fase de crecimiento y por tanto la fase perfecta para realizar un tratamiento de depilación láser. Pero, ¿por qué esta fase y no otra? Durante esta fase, cuyo ciclo dura entre 2 y 7 años, el pelo nace, crece y se encuentra arraigado profundamente y tiene una fuerte adherencia.

El objetivo principal de la depilación láser, es precisamente dañar la matriz y el bulbo piloso para evitar el desarrollo de células que den lugar a un nuevo pelo. Es por ello que si se quieren conseguir resultados óptimos, esta fase es la idónea.

¿Por qué en la fase catágena y telógena no se recomienda realizar la depilación láser?

Por un lado, durante la fase catágena o de transición, que tiene una duración entre 3 y 6 semanas, la actividad celular se detiene para que el tallo del pelo se desprenda y se separe de la papila dérmica. Esto quiere decir que el vello deja de crecer, por tanto, las células que quedan son las que producirán de nuevo otras células germinativas que comenzarán con la siguiente fase anágena. Durante esta fase, los resultados no serían efectivos.

A su vez, la fase telógena o de reposo tampoco es considerada una buena etapa para depilarse con este tratamiento. El vello se encuentra en reposo en la raíz y mientras, un nuevo pelo comienza a crecer justo debajo. Esta fase dura entre 2 y 3 meses.

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