Gonzalo, el conductor de ambulancia que el pasado 6 de marzo apuñaló y degolló a Sergio, enfermero del hospital de Alcalá de Henares, había instalado un 'troyano' en el móvil de su pareja, de quien sospechaba que le estaba siendo infiel.
El hombre instaló un dispositivo para controlar las conversaciones de la mujer y fue así cómo se enteró de la relación que mantenía con el enfermero. Ella reconoció la "relación esporádica" con Sergio y aceptó que su pareja siguiese controlando sus conversaciones pues, pese a todo, quería seguir viviendo con Gonzalo.
La policía investiga ahora qué pasó entonces, desde que la mujer admite la relación con el enfermero y acepta continuar con el 'troyano' en su móvil hasta el día del crimen.
El relato de los agentes
Según el diario El Confidencial, los dos agentes de la Policía Nacional que acudieron al lugar del crimen, con Gonzalo todavía empuñando el cuchillo junto a su víctima, indicaron en el informe posterior que el asesino, al verlos apuntándole con el arma, se incorporó y dijo: "Si venís a por mí me suicido".
"No me disparéis. Si le he matado es porque era un violador, un pederasta, que ha violado a mi novia y ha hecho mucho daño a mi familia", agregó.
Una limpiadora del hospital fue testigo directo del crimen. "Serían las 14:15 horas del mediodía. Yo estaba trabajando en la zona de los sillones con una compañera cuando vimos entrar a un hombre vestido con el uniforme característico que llevan los conductores de ambulancia. Me pareció que estaba agitado, como buscando a alguien. El hombre nos dijo: 'Hola' y se fue", explicó.
"Hijo de puta, te voy a matar"
"Mientras estaba tirando las bolsas de basura mi compañera y yo pudimos ver cómo vuelve a aparecer el sujeto vestido con el uniforme de ambulancias. Entonces se cruzó con otro hombre, un enfermero. Los dos intercambiaron miradas sin hablar y de repente el enfermero comenzó a correr perseguido por el conductor de ambulancias", se lee en el informe de la policía.
"El que huía trató de esconderse en el cuarto del personal, pero el otro le pisaba los talones en todo momento. Los dos entraron y en ese momento mi compañera y yo escuchamos cómo el hombre con el uniforme de ambulancias le dice al otro: '¡Hijo de puta, te voy a matar!'".
"Vimos que la víctima estaba tirada en el suelo y su agresor seguía dándole mientras no paraba de gritar enloquecido: '¡Hijo de puta!'. Fue entonces cuando llegaron dos policías", concluyó.