Macrorredada
Registran más de 300 viviendas y hoteles en una macrorredada policial contra la prostitución en Madrid
La Policía ha protagonizado una macrorredada contra la prostitución en la Comunidad de Madrid. Los agentes han registrado más de 300 viviendas y hoteles en los que, supuestamente, las mujeres estaban obligadas a ejercer la prostitución.

Publicidad
Macrorredada contra la prostitución en la Comunidad de Madrid. La Policía ha registrado este jueves más de 300 domicilios y habitaciones de hotel en las que, presuntamente, varias mujeres estaban obligadas a prostituirse. Por el momento, se desconoce el número de detenidos.
Se trata de otra de las consecuencias de la pandemia del coronavirus. Las restricciones han llevado a cerrar los clubs de alterne y la Policía teme ahora que la actividad se haya trasladado a viviendas privadas.
Este jueves, los agentes han entrado en cientos de edificios, protagonizando una de las mayores redadas policiales contra la prostitución en Madrid. La investigación perseguía un doble objetivo: localizar los pisos en los que se practica esta actividad ilegal y liberar a las mujeres obligadas a prostituirse.
Otras redadas contra la prostitución en Madrid
Hace 2 años la Policía llevó a cabo un macrorredada similar en 2 edificios del Paseo de las Delicias, también en la Comunidad de Madrid. Los agentes acordonaron la calle y entraron en una veintena de pisos en los que se obligaba a mujeres extranjeras a ejercer la prostitución.
Más Noticias
-
La Guardia Civil moviliza a más de 130 antidisturbios ante el primero de los "tres días calientes" que se esperan en Torre Pacheco
-
Queman una mezquita en un municipio de Barcelona y todo apunta a que fue intencionado
-
Confunden a un menor de Torre Pacheco con uno de los agresores del vecino de 68 años: "A mi hijo le han pegado un golpe en el tímpano que casi se lo rompen"
En total, fueron detenidas 11 personas acusadas de dirigir estos negocios y unas 20 mujeres fueron liberadas por los agentes. Durante la investigación se descubrió que las víctimas estaban controladas por cámaras de vigilancia que manejaba la organización desde sus teléfonos móviles.
Publicidad