Publicidad

LA GUARDIA CIVIL DISTRIBUYE IMÁGENES

Ocho detenidos, uno de ellos menor, por introducir 166 inmigrantes en Melilla

La Guardia Civil ha desarticulado una organización dedicada, supuestamente, al tráfico de personas que habría introducido de forma irregular en Melilla a 166 inmigrantes subsaharianos, en una operación en la que se ha detenido a ocho personas, entre ellas un menor.

Esta operación se considera "la más importante de los últimos años" contra la inmigración irregular en la ciudad, con la dificultad además que conlleva al tratarse de una organización "transfronteriza" que operaba también desde Marruecos.

El menor ha ingresado en un centro de internamiento por decisión judicial, mientras que los adultos han sido encarcelados, según estas fuentes.

En un comunicado, la Guardia Civil ha detallado que la organización utilizaba embarcaciones de alta velocidad para introducir a los inmigrantes, un método calificado de "novedoso" por el instituto armado.

Otro de los métodos era el más habitual de doble fondo en vehículos que cruzaban los puestos fronterizos en la ciudad.

La operación "Jabal", dirigida por el Juzgado de Instrucción número 3 de Melilla desde septiembre del año pasado, ha permitido la detención del supuesto líder de la organización en la ciudad, un español de 31 años, y el considerado como su enlace en Marruecos, un marroquí de 38.

El resto de detenidos son cinco varones, entre ellos el menor, y una mujer, de nacionalidades española y marroquí.

La organización puede haber ingresado más de 300.000 euros por la introducción de inmigrantes de forma irregular, según el comunicado.

Uno de sus métodos, según la Guardia Civil, consistía "en aproximarse muy rápido con embarcaciones de alta velocidad al espaldón del puerto comercial, donde descargaban a los inmigrantes y los ocultaban entre las rocas".

"En cada trayecto traían a diez personas", que "una vez en tierra iban sacando de forma escalonada, andando por las escolleras para no levantar sospechas", ha relatado la Guardia Civil.

Al respecto, ha destacado que "utilizaban fuertes medidas de seguridad", con "vigilantes en las escolleras, en varios puntos del puerto y en Melilla la Vieja", para avisar de la presencia de patrullas policiales marítimas y terrestres.

Asimismo, "utilizaban personas que hacían de lazarillo, normalmente menores, para indicar a los inmigrantes el camino a seguir", ha añadido.

"Una vez que los inmigrantes estaban fuera de las escolleras, los formaban en pareja, hombre y mujer de la mano, para aparentar que paseaban", hasta que llegaban a las inmediaciones del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), ha agregado.

Los inmigrantes accedían al centro "de forma escalonada, para no levantar sospechas, alegando que habían entrado a la ciudad en dobles fondos de vehículos", ha subrayado.

La Guardia Civil ha constatado trece pases de embarcaciones, en los que cada inmigrante pagaba unos 1.500 euros.

El otro método era el doble fondo en vehículos de gama media y alta, que "para dar apariencia de normalidad, venían ocupados por una unidad familiar, compuesta por hombre y mujer y menores en los asientos traseros", ha explicado.

"La red elegía días y franjas horarias que menos hacían recelar a los guardias en los registros selectivos", ha indicado.

Además, "para rentabilizar los pases solían introducir en cada vehículo a tres personas cobrándoles a cada una 4.200 euros", ha señalado.

La Guardia Civil tiene constancia de que la organización ha podido utilizar hasta seis vehículos diferentes.

"Una vez en Melilla el vehículo se dirigía a un garaje, que se comunicaba con una vivienda, donde tenían a los inmigrantes por espacio de unas 24 horas", ha asegurado.

Los inmigrantes "iban saliendo de forma escalonada y los dejaban en las inmediaciones del CETI, para no levantar sospechas", ha apuntado.

Publicidad