Mensaje incómodo
Maná manda un mensaje al gobierno español: "Dejen de invertir en armas y apuesten por la educación y la alimentación"
El grupo de Jalisco emocionó en el Icónica Santalucía Sevilla Fest y lanzó un potente alegato contra la guerra, además de una petición directa al Gobierno de España.
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En una noche marcada por la música, la emoción y el activismo, la banda mexicana, Maná convirtió la Plaza de España de Sevilla en mucho más que un escenario. El legendario grupo mexicano ofreció este domingo un concierto inolvidable ante más de 17.000 personas dentro del Icónica Santalucía Sevilla Fest 2025, dejando claro que también aspira a remover conciencias.
Casi al final del concierto, con la plaza completamente a oscuras, Fher Olvera, su carismático vocalista, pidió al público que encendiera las linternas de sus teléfonos móviles: “Mandemos esta luz al mundo, sobre todo a quienes están sufriendo en Palestina, Ucrania y tantos otros lugares olvidados”.
Aprovechando el silencio que se hizo entre los asistentes, el grupo de jalisco lanzó un mensaje directo al Gobierno español: “Dejen de invertir en recursos para la guerra. Ese dinero debería estar en las aulas, en los comedores escolares, en los hospitales. La guerra es un arma de los ignorantes”. El gesto y el mensaje fueron aplaudidos por los miles de personas, emocionadas ante la mezcla de compromiso y belleza que supo tejer la banda en su espectáculo.
Una actuación memorable de los de Jalisco
Con puntualidad mexicana, los integrantes de Maná subieron al escenario pasadas las 22:45, vestidos de riguroso negro. Arrancaron con fuerza con su icónica "Hechicera", canción que resonó con fuerza en la icónica plaza sevillana, mientras se lanzaban fuegos artificiales y Fher proclamaba: “Es una hechicera, mi Sevilla”. El repertorio navegó entre éxitos como "De pies a cabeza" y "Rayando el sol", canciones que hicieron vibrar a un público entregado desde la primera nota.
El concierto cerró con "Clavado en un bar", entre humo, balones que caían del cielo y un emotivo brindis de Olvera, quien presentó uno a uno a los músicos, destacando la conexión sevillana del teclista Juan Carlos Toribio, originario del barrio de la Macarena.
Más allá del despliegue técnico y musical, Maná ofreció un concierto con alma. En un mundo cada vez más convulso, su propuesta artística apostó por el amor, la empatía y la paz. Y Sevilla, esa noche, respondió con una ovación que resonará durante mucho tiempo.
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