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Marta Calvo

La declaración del descuartizador confeso de Marta Calvo, en exclusiva: "Pensé que lo mejor que podía hacer era deshacerme del cuerpo y suicidarme"

Jorge Ignacio, el presunto asesino de Marta Calvo, no reconoce haber matado a la joven en la declaración a la que Espejo Público ha tenido acceso en exclusiva. El descuartizador confeso ha asegurado que repartió las bolsas de basura con restos de la joven en diferentes zonas de Alzira y en el municipio de Masanasa.

En resumen

  • Jorge Ignacio asegura: "Me deshice del cuerpo en el baño de mi casa"
  • Espejo Público ha tenido acceso en exclusiva a la declaración del presunto homicida de Marta Calvo

Antena 3 ha tenido acceso en exclusiva a la declaración de Jorge Ignacio, el sospechoso del asesinato de Marta Calvo, en la que explica por qué se deshizo del cuerpo.

El descuartizador confeso no reconoce en su declaración haber matado a la joven. "Tras varias horas dormido me desperté, creo que era mediodía o incluso algo más tarde. Traté de despertar a la chica, pero cuando fui a abrazarla noté su cuerpo rígido. Le tomé el pulso en el cuello y en el brazo y comprobé que estaba muerta", dice el sospechoso.

Jorge Ignacio asegura entonces que en ese momento pensó que "lo mejor que podía hacer era deshacerme del cuerpo y después suicidarme".

Esta declaración ante la Guardia Civil tiene lugar después de 25 días de búsqueda de Marta. En ella Jorge Ignacio explica que: "Me di cuenta de la imposibilidad de sacar el cuerpo de la vivienda sin llamar la atención, así que llegué a la conclusión de que lo mejor era buscar herramientas que me facilitaran la tarea de de deshacerme del cuerpo".

También relata a los agentes que conoció a la joven de Estivella a través de una página web y que era la segunda vez que quedaban.

En una carta que el presunto asesino entregó a los agentes mantiene que la muerte de la joven fue un "accidente" y que al saber lo que había ocurrido cayó preso del "pánico".

Así relata cómo se deshizo del cadáver: "Primero me desprendí de los efectos personales de la chica, el bolso, su teléfono y su ropa, en un contenedor de una gasolinera de la Llosa de Ranes. Después fui a un supermercado de L'Ollería y allí compré dos o tres paquetes de bolsas de basura grandes y guantes de látex. Pagué en efectivo.

A continuación fui a una ferretería y compré herramientas: dos sierras. También pagué en metálico y regresé a casa. Me deshice del cuerpo en el baño de mi casa. Me desnudé por completo para no dejar huellas."

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