Asaltan siete locales en menos de un mes en la zona comercial de Triana

Los comerciantes de la zona de Triana, en el barrio de Vegueta, en Las Palmas de Gran Canaria no pueden más. Tras una oleada de robos piden a las autoridades más vigilancia y seguridad. El último asalto ha tenido lugar este fin de semana de madrugada en un local de productos italianos. Eran casi las 4 de la mañana cuando una persona llamó a la Policía Local para avisar de que había dos individuos entrando a la tienda, que en ese momento estaba cerrada y se movilizó a dos agentes que estaban patrullando cerca de la zona.

Cuando iban de camino se encontraron con el denunciante que les pudo señalar a uno de los ladrones que se encontraba cerca. Cuando los agentes se disponían a pedirle que se identificara, el joven tiró al suelo la bolsa que llevaba en las manos y salió corriendo. Comenzó una persecución por las calles Viera y Clavijo, Buenos Aires, Eduardo y Bravo Murillo, donde finalmente fue interceptado.

Una vez detenido, los agentes se acercaron para inspeccionar el local y pudieron comprobar que la reja estaba forzada. Además, los policías comprobaron que en la bolsa que el detenido tiró al suelo antes de huir, llevaba el cajón de una caja registradora. El ladrón es un joven, de 19 años y se le acusa de un delito de robo con fuerza.

No es un hecho aislado

Este no es el primer robo de los últimos días en la zona comercial de Triana. Se han producido al menos siete asaltos en menos de un mes, y 3 de ellos en la misma calle. Tiendas de moda, de muebles, una peluquería y hasta un estudio de tatuajes han sido vandalizados. Además todos con un 'modus operandi' muy parecido ya que los ladrones actúan en calles aledañas a la calle principal, la calle Mayor de Triana, ya que esta cuenta con cámaras de vigilancia.

Los vándalos rompen las rejas o los cristales cuando el comercio está cerrado, cogen rápidamente lo que pueden y huyen. Esto hace sospechar a los agentes que detrás de los actos vandálicos pueden estar los mismos individuos, aunque no creen que sean bandas especializadas.

Los comerciantes de la zona reclaman al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria una mayor presencia policial y la instalación de cámaras de videovigilancia en otras calles. Lo peor para los afectados es que los seguros de los locales asumen el coste de reparar las cristaleras, pero no las pérdidas de no poder abrir el local durante algún día y en plenas rebajas.

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