Lorenzo Cooklin, Director General de Fundación Mutua Madrileña

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Entrevista a Lorenzo Cooklin

La Fundación Mutua Madrileña aporta "recursos, trabajo y un enorme corazón" para paliar los efectos del coronavirus

Cuando el pasado mes de marzo se decretó el estado de alarma por pandemia de coronavirus y se empezaban a intuir los efectos que iba a causar, muchos particulares, instituciones y empresas se movilizaron. La Fundación Mutua Madrileña fue una de esas organizaciones. Lorenzo Cooklin, su Director General, empezó a recibir peticiones de ayuda y no lo dudaron. La estructura ya la tenían, su labor viene muy atrás, intensificaron los proyectos, la dotación de recursos económicos y lanzaron convocaciones extraordinarias para apoyar la investigación y la acción social.

El pasado 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud (OMS) hacía una comunicación que supondría un antes y un después en nuestras vidas. Daba el salto de emergencia de salud pública a pandemia mundial provocada por el coronavius. Tres días más tarde, el 14 de marzo, el Gobierno decretaba un insólito estado de alarma en España, que justo hoy se vuelve a activar. Desde entonces son muchos los que no han dejado de combatir los efectos de esta grave situación.

Ahí estaba la Fundación Mutua Madrileña. Estaba y está, porque la pandemia persiste y ya son más de siete los meses en los que mantiene una postura activa frente a la crisis social, económica y sanitaria. Lorenzo Cooklin, su Director General, no tiene ninguna duda. “Nuestro principal interés y objetivo es ser constantes, las acciones de responsabilidad social corporativa no tienen credibilidad si no son permanentes”, defiende. Una constancia que, más que mantener, han intensificado debido a la pandemia de coronavirus.

“Una fundación, como es la de la Mutua Madrileña, tiene que estar siempre en disposición cuando se la necesite y los proyectos tienen que ser sostenibles en el tiempo, tienen que persistir para que tengan un impacto”, afirma Cooklin. Ese impacto es la transformación que persigue la Fundación con sus proyectos y actividades y ahora, ante el coronavirus, siguen al pie del cañón con más iniciativas y con el foco puesto en las necesidades de los colectivos más vulnerables. “Siempre hay que estar ahí y hacer ver que somos gentes sociales relevantes, porque ¿cuándo si no?”.

Apuesta por la investigación y la acción social

Lorenzo Cooklin echa la vista atrás y revisa "los estragos" que ha provocado este virus en meses. “Hoy ya nos hemos olvidado, hoy es muy fácil comprar mascarillas, las UCI tienen presión, pero no es lo que se vivió entonces”, rememora Cooklin. Entonces fue duro y sigue siendo una situación complicada para todos. “Hace una semana el coronavirus ha entrado en la residencia donde está mi tía y ningún residente ha sido hospitalizado, pero nos olvidamos de lo duro que fue ayudar en un principio”.

“Siempre hay que estar ahí y hacer ver que somos gentes sociales relevantes, porque ¿cuándo si no?”

Conseguir cambios tangibles que mejoren la sociedad es lo que hace que la Fundación Mutua Madrileña ponga el foco en cuatro pilares principales: la acción social y el apoyo a colectivos desfavorecidos, la investigación médica en España, el apoyo al desarrollo cultural y la seguridad vial.

La investigación médica es una gran apuesta, “porque consideramos que investigar en tratamientos médicos es mejorar la calidad de vida de los enfermos”. La acción social se lleva a cabo desde hace ya una década. En este ámbito destaca una convocatoria de ayudas a ONG. En la última convocatoria, dotada con un millón de euros, se han presentado 500 ONG enfocadas a la integración, la discapacidad, la violencia de género, la cooperación al desarrollo o de ayuda a la infancia con problemas de salud. Destaca también el esfuerzo en acercar la cultura a la sociedad y la apuesta por la seguridad vial entre los jóvenes, “y porque de la actividad de seguros no podía estar ajena a la seguridad vial”, recuerda Cooklin.

La pandemia de coronavirus ha obligado a acentuar el apoyo en estos terrenos. Sobre todo, en investigación y acción social. En investigación, la Fundación reaccionó habilitando fondos complementarios para abrir una línea de trabajo en materia de Covid-19. Se lanzó una convocatoria extraordinaria a la anual para financiar cuatro estudios relacionados con el coronavirus.

"Teníamos una estructura para estar haciendo compras en 48 horas"

En el ámbito de la acción social, se reaccionó desde el primer minuto en que la situación se agravó. Tenían ya la estructura y el paraguas legal. "la Fundación tiene una actividad sólida desde hace 15 años y nosotros pudimos activar pronto la ayuda porque teníamos ya la organización necesaria, recursos legales, materiales, personales, una auditoria interna, un comité científico dirigido por el doctor Rafael Matesanz… una estructura para estar en 48 haciendo las compras de material”.

Numerosas peticiones de ayuda

En cuanto el Ayuntamiento de Madrid les solicitó ayuda para la compra de material, Fundación Mutua Madrileña puso 300.000 euros para adquirir test rápidos, 70.000 mascarillas, equipos de protección e impulsar un estudio sobre Covid-19 en el Hospital de La Paz.

Para paliar el golpe social, “se empezaba a ver que el impacto del coronavirus era tremebundo y se aportaron otros 700.000 euros para ayudar a colectivos afectados por la pandemia”. De este modo se activó una convocatoria especial para ayudar a bancos de alimentos y compra de material necesario en las residencias de la tercera edad, a través de ONG.

“Para mí, el mayor impacto emocional fue la entrada tan agresiva y dramática del coronavirus en las residencias de la tercera edad, que causaba una enorme mortandad"

“El proyecto de las tablets fue un proyecto bonito, adquirimos tablets que se repartieron en residencias de mayores con potencialmente menos recursos, dependientes de Mensajeros de la Paz o las Hermanitas de los Pobres, para que los mayores pudieran comunicarse con sus familiares”, nos cuenta Cooklin. Una iniciativa que la Fundación Mutua Madrileña también extendió a 62 centros de menores de Madrid, así muchos menores pudieron continuar con más normalidad sus estudios a distancia durante el confinamiento.

Fundación Mutua Madrileña también destinó 25 millones de euros a facilitar la situación económica de autónomos y pymes para evitar el cierre de negocios o despido de los trabajadores. Y siempre en conexión con la actividad del Grupo Mutua, se adelantó parte de la prima a los asegurados de auto y moto que estuvieran en paro, con una dotación de otros 20 millones de euros; además de regalar dos meses a todos los asegurados.

"La responsabilidad social corporativa “es una forma de gobierno en la empresa que no va solo de ayudar a colectivos de desfavorecidos"

Lorenzo Cooklin explica con normalidad que todo lo realizado en estos meses es “lo que se tenía que hacer”. Para él la responsabilidad social corporativa “es una forma de gobierno en la empresa que no va solo de ayudar a colectivos de desfavorecidos, pasa por el buen gobierno, por el cuidado de los recursos humanos, fomentar el desarrollo profesional, la conciliación o promover la igualdad de oportunidades”. La compañía, nos cuenta, reaccionó ante lo que estaba pasando de forma rápida. Defiende la importancia de estar a la altura de las circunstancias como organización para poder colaborar con rapidez. “Se vaciaron los call centers, los servicios centrales y reaccionamos para proteger nuestra actividad. Ante una situación de riesgo pones a salvo a tus empleados, no hay nada que esté por encima de esto”. E inmediatamente se pusieron a ayudar, “si no es ahora cuando vamos a ayudar, cuándo lo vamos a hacer”.

'Tolerancia Cero' frente a la violencia de género

Esta actividad extraordinaria que conlleva la pandemia de coronavirus no resta esfuerzo en otras apuestas ya consolidadas. ‘Eres único’ es un proyecto contra el acoso escolar que nació hace 5 años y se ha mantenido durante el confinamiento. “El acoso escolar muta, desde un acoso más tradicional que se pude producir en las aulas al que se registra en las redes sociales”. La Fundación Mutua Madrileña está cerca de esta realidad, desde estudios a la elaboración de planes de actuación directa en los colegios. Cooklin se siente orgulloso de haber conseguido cambiar muchas conductas entre los jóvenes, en colaboración con la Fundación ANAR.

La lucha contra la violencia de género es otro proyecto crucial con el que también se compromete Antena 3 Noticias. 'Contra el maltrato. Tolerancia Cero' es el lema con el que trabajamos el cambio y la prevención para erradicar la violencia de género. Fundación Mutua Madrileña están a punto de publicar las conclusiones de un estudio elaborado a raíz de 7.500 encuestas á jóvenes.

“El acoso escolar muta, desde un acoso más tradicional que se pude producir en las aulas al que se registra en las redes sociales”

“Para trabajar en la prevención el trabajar desde las redes sociales es crítico. Estamos viendo que cada vez hay más chicas que adoptan como algo deseado la posición de control del chico, que les controle en todo, porque lo ven como una prueba de amor y esto va a ser un problema el día de mañana que no podremos reconducir”, afirma.

Seguir ayudando en tiempos de coronavirus, un reto

Lorenzo Cooklin recuerda con gran dolor lo que más le ha marcado de esta pandemia de coronavirus hasta el momento. “Para mí, el mayor impacto emocional fue la entrada tan agresiva y dramática del coronavirus en las residencias de la tercera edad, que causaba una enorme mortandad y lo sé porque recibíamos peticiones de apoyo de muchas residencias que decían que no tenían de nada”. Fundación Mutua Madrileña pudo aportar alguna mejora en esta situación, pero Cooklin recuerda que los mayores fallecían solos. Mirando hacia lo que tenemos por delante, destaca el compromiso de Fundación Mutua Madrileña para contribuir a que no se repitan situaciones similares.

“Somos una parte fundamental, unos agentes sociales fundamentales para el desarrollo de la comunidad”, insiste con rotundidad. Su objetivo es seguir cerca de la gente y mejorando la sociedad que nos rodea, cerca de lo que nos está sucediendo a todos y tiene claro que “para que los programas sean efectivos y tengan impacto necesitan de tres cosas, de recursos, enorme trabajo y mucho corazón”.