Racismo

Expulsan a una familia de un restaurante gallego por comentarios xenófobos a un camarero

El propio restaurante ha dado a conocer la situación a través de sus redes sociales, donde ha acumulado miles de 'likes'.

Restaurante Naútico de Castrelo, en Ourense

Restaurante Naútico de Castrelo, en OurenseAntena 3 Noticias

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Varios comentarios xenófobos. Este fue el motivo que llevó al propietario del restaurante Náutico de Castrelo, en Ourense, a echar de su establecimiento a una familia.

Los hechos ocurrieron este domingo, cuando el dueño se percató de que un miembro de una mesa estaba realizando comentarios xenófobos sobre uno de los camareros: Moha, un joven de origen marroquí con tan solo 17 años que ha sido contratado como refuerzo de verano.

El cliente quería que fuese un empleado "español" el que lo sirviese: "Tu limpia, pero que me sirva la bebida un español". Rápidamente, tras enterarse de lo ocurrido gracias a otra compañera de trabajo, el propietario tomó la decisión que ha sido bien acogida en redes sociales: expulsar del establecimiento a los clientes sin ni siquiera cobrarles la consumición.

"Cuando el jefe recogió las bebidas de la mesa del impresentable, sin alzar la voz ni una sola vez, las mesas aledañas aplaudieron", ha explicado a través de su cuenta de Twitter el establecimiento que, además, ha aclarado que solo se trató de un miembro, pues el resto de comensales (mujer, hija, yerno y nieto) quedaron avergonzados, aseguran.

“En hostelería no tenemos que aguantar todo lo que entra por la puerta. Nuestra dignidad no vale 14 euros", explica el dueño en una entrevista para 'La Voz de Galicia'. "No vamos a aguantar faltas de respeto".

Las redes también se han llenado de aplausos y muestras de cariño desde entonces, algo que han querido agradecer. "Estamos abrumados ante el impacto que ha tenido. Queremos responder a las muestras de cariño pero no damos a basto".

Los usuarios de Twitter reaccionan

Tras publicar la situación, junto a un ticket con el precio de la consumición, las redes sociales se volcaron tanto con el propietario como con el camarero afectado y dejaron comentarios que no han pasado desapercibidos. Hay quienes incluso piden un número de teléfono para hacer bizum y pagar la cuenta, algo que desde el restaurante rechazan.

Otros usuarios han optado por dejar una reseña positiva en Google tras "enamorarse" del restaurante o darle las gracias por "construir un mundo decente".

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