Sucesos
La Ertzaintza detiene a un hombre que amenazó con una katana a una empleada de un salón de juego en Bilbao
La trabajadora le impidió el paso al establecimiento por tener prohibido el acceso. Fue entonces cuando el hombre la amenazó con el arma blanca.
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Una mujer, trabajadora de un salón de juegos de Bilbao, solicitó auxilio a la Ertzaintza tras ser amenazada con un arma blanca por un hombre. Los hechos ocurrieron a media tarde del jueves en un salón de juego en el Casco Viejo de la capital vizcaína.
Minutos antes, la empleada había impedido que pasara al interior del local tras comprobar que el detenido tenía prohibido el acceso al mismo. El hombre, enfurecido ante la imposibilidad de acceder al recinto, causó algunos desperfectos en una máquina de identificación situada a la entrada del mismo. La empleada le recriminó su actitud persiguiéndole al exterior. Fue ese el momento en que este sacó una katana que llevaba oculta amenazando a la mujer que tuvo que salir del lugar huyendo.
Tenía pendiente una orden de arresto
Tras poner en conocimiento de la Policía Autonómica lo sucedido, la mujer les indicó que había visto como el hombre entraba dentro en una biblioteca situada en las cercanías del salón de juegos. El sospechoso fue localizado a los pocos minutos. Aún se encontraba en el 'hall' del edificio.
Fue reducido por los agentes de la Ertzaintza, que comprobaron que todavía llevaba consigo la katana con la que amenazó a la mujer. En concreto, la portaba escondida en su cintura.
El detenido tiene 38 años de edad. Se ha comprobado que tenía pendiente una orden de arresto por un delito relacionado con el tráfico de drogas. Ha sido trasladado a dependencias policiales, donde se van a realizar las diligencias correspondientes a efecto de ser puesto en un breve plazo de tiempo a disposición judicial.
Otros sucesos en Bilbao
Además, el pasado martes, la Ertzaintza detuvo a dos hombres, de 18 y 20 años de edad, acusados de tratar de robar el bolso a una mujer en el barrio bilbaíno de San Francisco. No lo consiguieron gracias a la intervención de un amigo de la víctima, que forcejeó con los asaltantes y sufrió un golpe en el rostro. En el momento de la detención, uno de los arrestados portaba un teléfono que constaba como sustraído.
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