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JUICIO VISTO PARA SENTENCIA

El acusado de dejar parapléjica a su pareja de una paliza bebía y se ponía "fuera de sí", según relata su propio padre

Tras escuchar el desgarrador testimonio de la víctima, la defensa del acusado ya no pide la absolución y reconoce dos delitos: uno de violencia doméstica y otro de agresiones y lesiones. Concha terminó en una silla de ruedas al saltar por una ventana para frenar una paliza. El pasado miércoles se lo contaba al juez. Y este jueves, hemos escuchado otras declaraciones: la de una amiga de la víctima y la del padre del acusado.

Le sometía a humillaciones y le agredía según una amiga de la víctima. "Le puso en la cocina de rodillas con unos platos en la cabeza y le dijo no te muevas, que no se te caiga ni un plato", ha relatado la amiga de la víctima ante el juez. Ha relatado también cómo el acusado llegó a meter la cabeza de la mujer en un retrete, mientras tiraba de la cadena.

Hasta el propio padre del presunto maltratador confirma que la mujer sí avisaba de la agresividad de su expareja, aunque niega que le pegase. "Cuando se ponía agresivo al beber, Concha me decía que se liaba a dar golpes a las cosas y daba puñetazos a las mesas", afirma.

Eso fue lo que sucedió la noche del 30 de mayo de 2015, cuando Concha saltó por la ventana de su casa huyendo de los golpes que estaba recibiendo. "Me golpeó, me arrastró de la cama, me agarró del cuello fuerte, fuerte... El niño no hacía mas que decir 'no mates a mamá, no mates a mamá'", ha relatado.

Antes de aquella paliza, un amigo del acusado dice que se emborracharon. "Me acuerdo que estábamos muy mal", ha afirmado apuntando que habían bebido más de 9 copas.

La Fiscalía lo ha dejado claro durante el juicio y ha calificado la declaración de la víctima como "brutal". En sus conclusiones, la fiscal afirmaba que había sido "brutal el infierno que ha vivido".

El juicio ha quedado visto para sentencia.

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