Semana Santa

La corona robada de la Virgen de Plasencia estaba hecha con joyas de los vecinos: "Es el corazón de los placentinos"

El tesoro sustraído este domingo en la Catedral de Plasencia había sido fruto de donativos de los vecinos durante más de medio siglo.

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Plasencia está conmocionada por el robo millonario que su catedral ha sufrido. Durante la madrugada del sábado a este Domingo de Ramos asaltaron el Museo de la Catedral de Plasencia llevándose un botín cuyo valor sentimental es más grande que el económico para los vecinos de la localidad cacereña.

De entre las joyas sustraídas, valoradas en más de un millón de euros, el pueblo guarda un estrecho vínculo emocional con la corona de su patrona: la Virgen del Puerto. La reliquia es de oro macizo, realizada gracias a las donaciones que los vecinos de la localidad cacereña han realizado desde el siglo pasado.

Un vínculo de más de medio siglo

Las donaciones comenzaron en 1952 y los nombres de los ciudadanos que han ido aportando sus bienes se encuentran en el "Libro de la Coronación" .Los vecinos, como una de las integrantes de la Cofradía Virgen del Puerto consideran que "es el corazon de los placentidos realmente lo que se han llevado".

Además de la corona de la Virgen del Puerto, también han robado la del Niño y un par de cruces pectorales y anillos episcopales. Actualmente, estas alianzas, collares, pulseras, cubiertos, bandejas e incluso unos pendientes de plata, donados por una pequeña de Plasencia, que formaban parte del tesoro, se encuentran en paradero desconocido. No obstante, la investigación continúa abierta para esclarecer los hechos.

"Son horas difíciles y tristes para la ciudad, ya que este suceso ha supuesto un duro golpe, no por el valor material, que lo tiene, sino también por el valor emocional”, ha trasladado el alcalde de Plasencia, Fernando Pizarro.

El conocimiento del robo

Los responsables de la Catedral de Plasencia consideran que no se trata de un robo casual sino que los autores del robo sabían de este gran valor. También sabían como entrar en el interior del templo pese a que las instalaciones contaban con cristales blindados y cámaras de vigilancia. "Mi impresión es que vinieron a robar justamente eso. Tenían cálices, cupones y custodias pero ahí no han tocado nada", asegura el Deam de la Catedral de Plasencia, Jacinto Núñez.

No obstante, las medidas de seguridad en el interior del museo catedralicio no funcionaron correctamente. "Alarmas no hay en esa parte en concreto. Ahí había unas cámaras que dieron muchos fallos", expone Jacinto Núñez.

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