Secuelas Covid persistente

La secuela del COVID-19 más común y difícil de tratar

El Covid persistente afecta a un 43% de los infectados por coronavirus.

Síntomas del covid

Síntomas del covidIstock

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Dos años y nueve meses después de que apareciese el Covid-19 en nuestras vidas, la ciencia sigue investigando las numerosas secuelas que deja esta terrible enfermedad que se ha llevado la vida de más de 6 millones de personas en todo el mundo. Y es que numerosos pacientes que han pasado el coronavirus todavía tienen secuelas. A este fenómeno lo conocemos como Covid persistente y afecta a un 43% de los infectados por coronavirus.

La OMS, Organización Mundial de la Salud, define el covid persistente como "la condición que ocurre en individuos con antecedentes de infección por SARS-CoV-2, generalmente tres meses después del inicio, con síntomas que duran al menos dos meses y no pueden explicarse con un diagnóstico alternativo".

Daño al sistema nervioso periférico

Varias de las secuelas más comunes del Covid persistente son la dificultad para respirar, el cansancio extremo, el dolor muscular y los trastornos digestivos. Recientemente, un estudio publicado por la revista 'Nature Medicine' recopila los 62 síntomas más frecuentes entre estos pacientes. Entre ellos también están la depresión, ansiedad, asma, eczema y fiebre del heno. Los síntomas más raros de esta lista son la caída del pelo y la pérdida del deseo sexual.

Pero, asimismo, esta enfermedad puede provocar un daño nervioso. Así lo acreditan los resultados de un estudio publicado en la revista Neurology, según los cuales algunas personas con Covid persistente pueden presentar daños nerviosos prolongados que se manifiestan en síntomas como la fatiga o el dolor en las manos y en los pies. Además, estos síntomas generalmente duran dos meses una vez pasada la enfermedad.

Esta secuela del Covid persistente no está provocada por la propia infección en sí, sino por una respuesta inmunitaria a la misma (concretamente, inflamatoria) excesivamente agresiva. Se trata de un daño que afecta al sistema nervioso periférico y es elevado en las células de fibra pequeña.

Posibles soluciones

El daño en el sistema nervioso periférico es un síntoma difícil de tratar según demuestran los resultados de la revista Neurology. En total, de las personas tratadas con procedimientos inmunoterapéuticos (inmunoglobulinas o corticoesteroides) solo un 52% presentó una mejora en los síntomas, sin que estos se diluyeran por completo.

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