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Coronavirus

Javier Rey del Castillo: “El ministro Salvador Illa no tenía ningún conocimiento del sistema sanitario”

El exsecretario del Consejo Interterritorial del SNS y analista de la Fundación Alternativas participó el pasado miércoles en un debate donde pudo exponer su punto de vista para la reconstrucción de la sanidad pública tras la pandemia por coronavirus.

Javier Rey del Castillo, exsecretario del Consejo Interterritorial del SNS y analista de la Fundación Alternativas, participó el pasado miércoles en un encuentro organizado por la ‘Fundación Alternativas’ para debatir acerca de las posibles soluciones o medidas para ayudar a “reconstruir la sanidad pública tras la pandemia" por coronavirus.

La conversación fue moderada José Manuel Freire, profesor emérito en la ENS-ISCIII y portavoz de Sanidad del Grupo Socialista en la Asamblea de Madrid y contó con la participación de José Ramón Repullo (profesor de Planificación y Economía de la Salud de la ENS y coordinador de la Comisión Asesora COVID-19 de la Organización Médica Colegial), Rosa Urbanos (profesora titular de Economía de la Salud en la Universidad Complutense de Madrid) y Mónica García Gómez (médico y portavoz de Sanidad de Más Madrid en la Asamblea de Madrid).

Durante el encuentro virtual, Javier Rey del Castillo, quiso destacar “la capacidad de adaptación del sistema para responder, sin estar expresamente preparado para ello, a una situación de emergencia como la que hemos vivido” por la pandemia global de coronavirus.

Una respuesta, que según Rey del Castillo, “se ha traducido en la ampliación en del número de camas hospitalarias en muchos centros hospitalarios, en la multiplicación de las camas de UVI donde no las había”, además de haber “permitido salvar la situación para la cual en último termino se decreto el Estado de Alarma, que fue para evitar que el sistema sanitario colapsase”.

Matices en la respuesta de adaptación

Para Javier Rey esa capacidad de respuesta que halaga, también ha tenido sus debilidades. “Los aspectos más negativos cabe centrarlos en cosas que han sido clamorosas y que están en la opinión de todos. La salud pública ha tenido unas deficiencias sobre todo en la detección de la epidemia lo más precoz posible y lo que ha determinado que las medidas se adoptaran probablemente con un retraso mayor y ha tenido sus consecuencias en los efectos de la epidemia. De la misma manera, habría que poner en relieve las críticas que han tenido, por ejemplo, los sistemas de información que no han proporcionado en la forma que estaban elaborados, una información adecuada para responder a la pandemia, no solo en la detección de los casos, no solo en la información de la enfermedad, sino sobre los recursos utilizados para responder a ella”, sostenía.

Inicio de la gestión de la crisis sanitaria por coronavirus

El experto ha abordado multitud de cuestiones sobre las que no ha querido dejar pasar la oportunidad de matizar todos los aspectos que han influido en la forma de actuación frente a la pandemia.

“Quisiera recordar la situación de la que partíamos cuando se decretó el estado de alarma. Veníamos de un Gobierno cuyo nombramiento del ministro de sanidad sufrió todos los desprecios que pudimos seguir a través de la prensa. De manera que el nombramiento del ministro de Sanidad recayó sobre otra persona que carecía absolutamente de conocimiento del asunto. Hemos tenido la suerte y creo que lo ha hecho bien, desde su responsabilidad política, el ministro actual, pero partía de ningún conocimiento del sistema. E incluso el relleno del Ministerio de Sanidad se hizo el último por unas razones que todos tenemos muy evidentes, que estaban más relacionadas con la solución del problema político de la integración de Cataluña en la organización territorial del estado y no por sus competencias sanitarias”.

Universalidad del sistema sanitario

La aportación de la Constitución y después, de la ley general de Sanidad fue universalizar el derecho a la protección sanitaria a todos los ciudadanos españoles. En este punto, Rey del Castillo explicó que con la modificación en la Organización del Estado y la introducción de las comunidades autónomas como “nuevo poder político”, se produjo en el ámbito sanitario una “decisión que podía estimarse que era hasta cierto punto contradictoria con la propia universalidad del sistema sanitario”, es decir, “fue ceder la gestión de determinadas competencias sanitarias a las comunidades autónomas".

¿Por qué podía ser contradictorio?

El experto planteaba está cuestión pues aseguró no conocer “ningún modelo de ningún otro país en el cual para lograr la protección sanitario universal, lo que se haya hecho sea responsabilizar a entidades independientes (las comunidades autónomas) de la gestión del propio sistema sanitario. "El problema que esto hace es que cada una de las comunidades autónomas desde el momento que empezaron a hacerse las transferencias se sintió responsable exclusivamente de la protección de la salud de su propia población, y se perdió el sentido universal de la protección”.

La salud pública por tanto, según comentó, "no se reguló" a través de la ley general de sanidad que es la que organizó el sistema. “No estoy diciendo que haya que descentralizarla pero si que al no haberse regulado de que forma se podía llevar a cabo esta responsabilidad pues tenemos que arreglarlo de alguna manera”, mantenía.

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