Se reduce el consumo de alcohol, tabaco y cannabis en España durante la pandemia del coronavirus y aumenta el de hipnosedantes

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Coronavirus

La razón por la que no deberías beber alcohol durante el estado de alarma

Un estudio desvela el verdadero motivo por el que no deberías beber alcohol durante el confinamiento por el coronavirus.

Llamada de atención durante el confinamiento por el coronavirus para los bebedores acérrimos: las copas de hoy tienen una directa relación con la barriga de mañana, incluso aunque dejemos de beber por el camino.

Así lo afirma un estudio publicado en la revista ‘Addiction’ sobre los efectos acumulados del alcoholismo a lo largo de la vida. Los investigadores usaron datos de la cohorte Whitehall II, recabados entre funcionarios británicos de entre 34 y 56 años en los años 80. Para la revisión, se seleccionaron 4.820 participantes que para entonces tenían entre 59 y 83 años, de los cuales un 75% eran varones.

El estudió determina que los bebedores continuados sufrían más problemas de salud relacionados con la hipertensión, el deterioro del hígado, un mayor riesgo de infarto y un mayor índice de masa corporal.

Y, aunque cualquier reducción del consumo de alcohol es beneficioso, los efectos sobre la grasa corporal se apreciaban incluso si el individuo había dejado de beber antes de los 50. Esta consecuencia puede verse mucho más acentuada durante el confinamiento por el coronavirus debido a la falta de ejercicio físico.

"El abuso del alcohol, pese a la percepción habitual de que es un asunto de jóvenes y de fines de semana, es un problema común entre los mayores", explica la Dra. Linda Ng Fat del UCL Institute of Epidemiology & Health Care, que recuerda que la mayoría de hospitalizaciones en Inglaterra por este motivo son de personas de más de 50 años.

Aquellos que mantenían hábitos de consumo de alcohol de riesgo tenían hasta tres veces más posibilidades de sufrir un infarto, y aquellos que lo habían dejado después de cumplir los 50 tenían el doble de riesgo de morir de forma prematura por enfermedades no cardiovasculares. Además, los bebedores más habituales tenían una mayor circunferencia de cintura, en una directa proporción del tamaño de la barriga con los años de alcoholismo.

Así, los que habían abandonado el consumo de riesgo en su juventud tenían de media 1,17 cms más de tripa que los que siempre bebieron moderadamente. Los que lo dejaron de mayores, de 1,88 cms; los que todavía bebían demasiado, de 2,44 cms; y los que siempre fueron alcohólicos, de 3,85 cms.

"Esto sugiere que, cuanto más tiempo beba de más una persona, mayor será su barriga medida que envejezcan", concluye la Dra. Ng Fat. "Por este motivo, y por todos los demás beneficios saludables, es recomendable dejar de beber lo antes posible".