El confinamiento por coronavirus nos hace comer más, pero en muchos casos también comer peor. Por encima del 50% está la venta de vino, cerveza y destilados. También el chocolate, los frutos secos y otros aperitivos. Pero también ha aumentado un 23% el consumo de fruta fresca.
Es muy importante, para evitar sustos a la hora de volver a subir a la báscula seguir algunas recomendaciones.
Nunca hasta ahora habíamos visto nuestros frigoríficos repletos "bien llenitos" ni un cajón repleto de dulces. Pero eso es lo que encontramos ahora en la mayoría de las viviendas. Está siendo una tentación sobre todo para aquellos que en algún momento sienten "aburrimiento".
Los especialistas nos recuerdan que no es que "tengamos más hambre si no más ganas de comer" segura Inés Carballo, Doctora en Psicología Clínica, es un hambre "que aparece de golpe y que es apetencia por un determinado tipo de comida" afirma Marta Cendón, nutricionista.
Casi nunca esa apetencia es por productos sanos como verduras y frutas. Los carros de la compra, cada vez, se llenan más de alcohol, picoteo y bollería industrial.
Hay que tener en cuenta que estos días restringimos nuestra actividad física por lo que tendríamos que restringir nuestra ingesta de calorías. "Dejamos de gastar una 500 calorías al día " nos recuerda la doctora Carballo y esto puede suponer ganar peso, hasta 5 kilos más. Sólo con ejercicio moderado conseguiremos mantener el peso a raya.
También sirve pasar la aspiradora, hacer la casa, según Carlos Marín, preparador físico. Pero hay que tener mucho cuidado: encerrar las tentaciones, y no olvidarnos del ejercicio diario.