Dispepsia es un trastorno cuyo nombre proviene del griego 'Dyspeptos': 'dys' significa mal y 'peptein' cocer. Por ello, en castellano se ha acuñado este termino para referirse a 'una mala digestión', es decir, una digestión difícil o laboriosa. Como explica el doctor Beltrán, ya en Roma se definición la enfermedad como "un malestar o dolor abdominal persistente o recurrente centrado en la parte superior del abdomen". Para poder decir que se padece el trastorno, se debe haber sufrido durante al menos doce semanas en los doce meses precedentes.
Existen dos tipos de dispepsia: la funcional, que afecta al 60% de los enfermos, y la orgánica, al otro 40%. Entre las causas frecuentes se encuentran la úlcera péptica, enfermedad por reflujo gastroesofágico y medicamentos. El doctor subraya que entre las poco frecuentes se pueden encontrar el cáncer, la diabetes, la pancratitis, la cirugía gástrica, la enteropatía sensible al gluten y las parasitosis instentinales.
A pesar de que la mayoría de la población adulta con síntomas de dispepsia no consulta al médico y opta por la automedicación, ésta representa un motivo de consulta frecuente en atención primaria. Quice estudios apuntan a que las consultas por síntomas dispépsicos se sitúa entre el 26 y el 70%.
En cuanto a su tratamiento, se trata de una enfermedad de buen pronóstico, aunque puede interferir en las actividades de la vida diaria y deteriorar la calidad de vida del enfermo. Según apunta Beltrán, se ha presentado en el Congreso de la Sociedad Espñola de Patología Digestiva un medicamento de origen natural que puede aliviar diferentes síntomas gastroinstentinales muy frecuentes. Se trata del más vendido en Alemania y está teniendo muy buenos resultados.
También se aconseja el consumo de yogures o leches fermentadas con Bifidus, beber entre uno y medio y dos litros de agua al día y practicar ejercicio físico de forma regular, ya que ayuda a mejorar el bienestar digestivo. Beltrán también aboga por dejar de fumar, beber alcohol y dejar a un lado el estrés, pues pueden desencadenar o agravar esta enfermedad.