El Papa Francisco aseguró que detrás de todo atentado suicida "hay un desequilibrio humano" y que es como "una falta de respeto" y que quienes los cometen carecen de "un verdadero equilibrio sobre el sentido de su vida y la de los demás".
"Ofrecen su vida, pero no por el bien", agregó en declaraciones a los medios de comunicación que le acompañaron en el vuelo entre Sri Lanka y Filipinas, adonde llegó hoy. El Pontífice aludió al ataque contra el semanario francés Charlie Hebdo preguntado por la prensa y en ese contexto se refirió además a los atentados suicidas.
Francisco recordó entonces a los misioneros, que "dan la vida, pero para construir", mientras quien se inmola "da la vida, pero para destruir". Y sobre el uso de niños en estas acciones Francisco lamentó que sean empleados "de todas las maneras, en todos los lugares, explotados como esclavos, sexualmente...".
El Pontífice bromeó sobre la posibilidad de reforzar su seguridad ante la amenaza de sufrir atentados y aseguró a la prensa que tiene "una buena dosis de inconsciencia". "Yo digo siempre que tengo un defecto, que tengo una buena dosis de inconsciencia", dijo Francisco.
El Papa intentó quitar hierro al asunto cuando se le preguntó sobre qué pensaba de las últimas supuestas amenazas del extremismo islámico contra él y el Vaticano y si había pensado elevar el nivel de su seguridad en los viajes o en la Santa Sede. Dijo que "siempre la mejor manera de responder" a esas amenazas es "con mansedumbre y humildad".
De lo que aseguró sentirse muy preocupado es por los fieles, ante la posibilidad de que pueda haber atentados. "A mi lo que preocupan son los fieles y sobre esto he hablado con (Domenico) Giani, (jefe de los servicios de seguridad vaticanos) (que) está muy atento a esto", añadió. Después el pontífice argentino, sonriendo y en un tono de humor, dijo que a veces se ha preguntado qué pasaría y que entonces pide al señor que le libre del dolor. "Yo solo pido un gracia que en el caso (de atentados) no me duela porque no soy valiente ante el dolor. De esto tengo mucho miedo", dijo sonriendo. Y concluyó: "Se que estoy en las manos de Dios, pero también sé que hay atención a la seguridad".