La activista mexicana Jeanette Vizguerra

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LLEVA DOS MESES ESCONDIDA

Una mexicana que se refugia en una iglesia para no ser deportada, entre las 100 personas más influyentes según la revista Time

La activista mexicana Jeanette Vizguerra llegó en 1997 a Estados Unidos, donde ha permanecido desde entonces sin papeles y luchando por los derechos de los inmigrantes. Ahora está refugiada junto a su familia en el sótano de una iglesia para evitar ser deportada.

La revista Time ha publicado ya su lista de las 100 personas más influyentes del mundo, plagada de políticos estadounidenses, incluido el presidente Donald Trump, pero también sus principales rivales.

Entre ellos se encuentra la activista mexicana Jeanette Vizguerra que llegó a Estados Unidos en 1997 y que desde febrero se esconde en el sótano de una iglesia para evitar ser deportada.

La publicación cuenta su dura historia y la situación a la que se enfrente ahora tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. "Algunas familias tienen planes de emergencia para incendios, terremotos o tornados. La familia de Jeanette Vizguerra tiene un plan por si alguien golpea la puerta", dice la revista. Los hijos de la activista saben al detalle qué tienen que hacer si los funcionarios de Inmigración y Aduanas llamaran a su puerta: alertar a amigos y familiares y ocultarse en el dormitorio.

Jeanette se mudó a Estados Unidos en busca de trabajo. Allí fue organizadora de sindicatos y creó su propia empresa antes de convertirse en defensora de la reforma migratoria, algo arriesgado para un inmigrante sin papeles. Tras luchar contra estos planes durante años, decidió publicar su historia y se refugió en el sótano de una iglesia de Denver porque las autoridades migratorias no suelen actuar en centros religiosos.

Time ha situado a Vizguerra en la sección de Iconos, donde comparte categoría con el futbolista brasileño Neymar o Leila de Lima, una abogada de derechos humanos filipina.

La actriz latina America Ferrera, que ha sido la encargada de escribir el texto sobre la activista, recuerda el duro camino que ha tenido que vivir la mexicana: "Derramó sangre, sudor y lágrimas para convertirse en dueña de su propio negocio, tratando de darle a sus hijos más oportunidades de las que tenía. Esto no es un crimen, es el sueño americano", dice Ferrara, de origen hondureño.

La actriz sostiene que el Gobierno de Donald Trump ataca a los inmigrantes para que se crea que indocumentados como Jeanette "son criminales". "Ella no vino a este país para violar, asesinar o vender drogas, sino para crear una vida mejor para su familia", agregó.

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