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IMITANDO A LOS FARAONES EGIPCIOS
Un empresario brasileño entierra su coche de lujo para poder utilizarlo 'en otra vida'
Un empresario millonario de Brasil, ha enterrado su coche de lujo, un Bentley de último modelo, para asegurarse de que contará con él en 'el más allá' cuando muera. Ha tomado esta decisión después de ver un documental sobre el Antiguo Egipto en el que narraban cómo los faraones eran enterrados con sus riquezas.
El rico empresario brasileño 'Conde Scarpa', de 63 años, ha decidido enterrar su coche de lujo, un Bentley que cuesta alrededor de 370.000 euros, para asegurarse de que tendrá un buen viaje en 'el otro lado' cuando muera.
En una foto en su página de Facebook, en la que aparece con su nuevo coche, ha escrito: "He decidido hacer lo mismo que los faraones egipcios, por lo que enterraré mi Bentley en el jardín de mi casa. El funeral será a las 11:00".
'Conde Scarpa', licenciado en Economía y profesor de cinturón negro de Aikido en su propio Instituto Maruyama, vive en Jardins, uno de los barrios más ricos de Sao Paulo.
Ha declarado que tomó la decisión de enterrar sus tesoros más preciados para su próxima vida después de ver un documental sobre el Antiguo Egipto.
"Vi un documental sobre los faraones de Egipto, que me resultó muy interesante. Enterraban a toda su fortuna para tener una vida cómoda 'al otro lado'. Yo quiero hacer lo mismo", ha dicho.
Además, la tumba para el automóvil la ha escavado él mismo en el jardín trasero de su casa.
Scarpa ya se ha enfrentado dos veces a la muerte. En 2009 estuvo en coma durante más de dos meses por una bacteria que cogió tras una operación de reducción de estómago.
Heredó el título de su padre, el Conde Francisco Scarpa, de origen italiano, quien recibió el honor por el Papa Pío XII en 1949, por sus contribuciones caritativas a la sociedad.
Sin embargo, este empresario excéntrico se benefició de la herencia de su padre e hizo su fortuna en la industria minera y la cervecería.
Ahora dirige una compañía de inversión y ha estado casado dos veces. Su primera esposa murió y él se divorció de la segunda.
Como no tiene hijos, dice que su cacatúa, a la que llama Filomena Leopoldina Sofia Scarpa, es su descendencia.
Los faraones eran conocidos por enterrar sus queridas mascotas con ellos para que pudieran disfrutar de su compañía en el más allá. Hasta ahora Scarpa no ha dicho si planea hacer lo mismo con Filomena.
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