José Manuel Albares busca rebajar la tensión con Venezuela y califica de "soberana" la decisión de Caracas de convocar al embajador

Calmar las aguas. Esa al menos parece la intención con la que va a afrontar el Ejecutivo la última crisis protagonizada por la Cancillería venezolana. En palabras del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares ha afirmado que el Gobierno quiere "tener las mejores relaciones posibles con el pueblo hermano de Venezuela".

En una entrevista en RNE, Albares restó importancia al anuncio de la Cancillería en el que llamaba a consultas a su embajadora en España, Gladys Gutiérrez y también convocaba al embajador español en Caracas Ramón Santos Martínez. Albares considera que las convocatorias anunciadas por Venezuela son decisiones soberanas de cada Estado y "no hay nada que comentar" y añadió: "Nosotros trabajamos para tener las mejores relaciones posibles con el pueblo hermano de Venezuela". Evitando eso sí calificarlo como sí hizo la titular de Defensa. La llamada a consultas de los embajadores es la respuesta de Caracas a las declaraciones de la ministra Margarita Robles que calificaba de "dictadura" el régimen de Nicolás Maduro.

Subraya el ministro Albares que "el pueblo español se siente tremendamente cercano al pueblo venezolano, como a todos los pueblos de América Latina con los que tenemos relaciones absolutamente fraternales que van mucho más allá que las que podamos tener con cualquier otro grupo de países en el mundo". Y poniendo el foco en los compatriotas españoles que residen en el país iberoamericano el ministro dijo que "cada vez que, conjuntamente con el presidente del Gobierno tomamos decisiones en política exterior lo que pienso es en esos casi 200.000 españoles que viven allí y los otros tantos venezolanos que viven en perfecta, armonía entre nosotros aquí en España". Y si estas fueron sus manifestaciones a primera hora de la mañana avanzando hacia el mediodía en otro encuentro con medios de comunicación decidió no seguir hablando de Venezuela.

La actualidad venezolana ha estado muy presente en las últimas jornadas en el debate español. El Gobierno ha dado asilo al opositor Edmundo González Urrutia y días después el Congreso aprobó la proposición no de ley impulsadas por el PP para reconocerlo como presidente electo. Tras estos gestos, Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela pidió romper relaciones diplomáticas con nuestro país.

El reconocimiento aprobado en el Congreso salió adelante con los votos del PP, Vox, PNV y Coalición Canaria. El PSOE votó en contra y Albares recuerda que "sólo hay dos países en el mundo que reconocen a Edmundo González como presidente electo que son Ecuador y Panamá". "Es una decisión que nadie ha tomado y el Gobierno de España ha sido muy claro, desde el primer momento nosotros solicitamos que se exhiban las actas para que lo que queremos de verdad, que la voluntad democráticamente expresada el 28 de julio por los venezolanos se conozca y sea lo que se lleve a la práctica".

Pedro Sánchez manifestó que la intención del ejecutivo era alcanzar una posición común de la Unión Europea "y también conjuntamente con algunos de los países hermanos de América Latina, los más implicados y los que mejor conocen Venezuela como pueden ser Colombia o Brasil" para conseguir "un diálogo entre venezolanos que conduzca a una negociación entre venezolanos y que la solución final a esta crisis sea una solución soberana, genuinamente venezolana, pacífica y democrática".

Sobre el papel que desempeñó José Luis Rodríguez Zapatero como observador de las pasadas elecciones generales, Albares defendió que que dicho rol no es nuevo, ya que lleva "muchos años realizando una labor en favor de la liberación de detenidos políticos y de acercamiento entre el gobierno y la oposición". "El Gobierno de España reconoce y valora esa labor, que es positiva".

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