Cada vez es más difícil mantener el espíritu del 15-M en la Puerta del Sol de Madrid. Al menos eso es lo que aseguran los portavoces del movimiento originario que se ha mantenido en la céntrica plaza y ha visto como "otro tipo de gente" se ha sumado a la acampada para provocar incidentes y sembrar la duda de las verdaderas intenciones de la concentración. La comisión feminista abandonó la acampada la pasada noche alegando que la convivencia es muy difícil y se han visto sometidas a intimidaciones, tocamientos, insultos, desautorizaciones, abusos de poder y actitudes paternalistas.
La convivencia en la acampada de los indignados se hace cada vez más difícil porque confluyen distintas corrientes sin un sentir común. La comisión de la acampada ha denunciado que existe tensión, miedo y situaciones violentas con las que les es muy dificil lidiar ya que la acampada se ha levantado en una plaza pública y no se puede echar a nadie.
Los problemas, a debate
Decenas de jóvenes "indignados" de toda España se han reunido en Madrid para debatir el futuro de la protesta, los problemas de las acampadas y las propuestas de acción. Armados con un par de megáfonos y una lista interminable de peticiones de palabra, los representantes de acampadas o protestas de 43 ciudades han dedicado cuatro horas a informarse sobre las actividades que se realizan en cada una de ellas y a plantear propuestas de acciones.
Los acampados catalanes proponen convocar una gran marcha de "indignados" que confluya en Madrid; los asturianos proponen convocar actos de protesta frente a los Ayuntamientos para el próximo día 11, coincidiendo con la toma de posesión de los nuevos cargos. También parece que cuenta con bastantes apoyos la propuesta de convocar una "gran acción" el próximo día 19, el primer fin de semana tras el 15 de junio, una iniciativa que partió de Barcelona en protesta por el pacto del euro. Pero no se ha decidido nada, salvo qué propuestas llevar a la asamblea de mañana para que sean debatidas y votadas por todos.
