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Elecciones generales 2019

Elecciones generales 2019: ¿A quién beneficia la mayor abstención en las elecciones del 10-N?

Los datos de participación ayudan a analizar el comportamiento de los electores y aportan indicios de los resultados. Estas elecciones generales 2019, ante el cansancio con la situación política y el bloqueo, no se esperaban con una alta participación. Lo que hay que analizar es quién se ha movilizado y quién se ha quedado en casa.

En resumen
  • La máxima participación en unas elecciones en España se registró en el año 1982, con un porcentaje del 79,97%
  • La media de participación a lo largo de todas las elecciones de la democracia se sitúa en el 73,79%

Primero los datos y después veamos a quién puede beneficiar o perjudicar una u otra participación. Este 10 de noviembre un total de 37.000.608 españoles están citado en las urnas para votar en las elecciones generales 2019. Los colegios electorales estarán abiertos hasta las 20:00 horas a disposición de los ciudadanos para que puedan depositar su voto en las urnas. Todos los ciudadanos que están en edad de votar no acudirán a depositar su voto, por lo que los datos de participación nunca llegan al 100%.

Este dato es importante para conocer el grado de afecto de la ciudadanía con la política y con la situación que vive el país durante los comicios. El porcentaje de participación se calcula con una simple fórmula, al dividir el número de votos entre el número de votantes y multiplicarlo por 100. De este modo, se obtiene el grado de participación de las elecciones generales de 2019 del 10 de noviembre. La máxima participación en unas elecciones en España se registró en el año 1982, con un porcentaje del 79,97%, año de la primera victoria de Felipe González en unas elecciones.

¿Cuándo se considera que hay una baja participación?

No existe una cifra exacta a partir de la cual se considere que ha habido poca implicación del electorado con los procesos electorales. Lo que se hace es poner en comparación los datos de participación con los de los anteriores comicios y sacar unas conclusiones determinadas, analizando los sucesos que hayan ocurrido para determinar, así, las causas de ese dato de participación. La media a lo largo de todas las elecciones de la democracia se sitúa en el 73,79%. En las elecciones que han tenido lugar en el siglo XXI se aprecia un descenso de la participación con respecto a las del siglo anterior. La media este siglo es de 70,72% por los 74,80% del siglo anterior.

No existe un factor estable que influya en el descenso de la implicación del electorado en las elecciones. Esto se debe, quizás, a situaciones como el desencanto con la clase política, la apatía o la satisfacción de la situación del país. Las elecciones generales que tuvieron menos participación fueron los comicios de 2016, con un porcentaje del 66,48%.

¿A quién beneficia?

En general se asocia una baja participación a momentos en los que no se percibe un cambio claro, pocas expectativas de movimientos drásticos o cansancio político. Esta circunstancia se da ahora de forma muy acusada. También se dice que una alta abstención beneficia a los grandes partidos y a la derecha. No ha sido así en todas las elecciones y hay que tener en cuenta que ahora operan más partidos y de forma diferente a como lo hacían hasta las elecciones de 2015. En la última década sólo se ha superado el 70 % de participación en 2008, 73,85 %, y en las del 28-A de 2019, 75,76 %. En la repetición de 2016 la participación bajó casi tres puntos.

También hay que tener en cuenta en qué zonas se produce la mayor abstención, por si se relacionan con mayoría de votantes de uno u otro signo. En este caso hay más particuipación en Madrid y menos en Extremadura, por ejemplo, siendo dos comunidades asociadas a mayoría de votantes de centro derecha en un caso y de izquierdas en otro. Aunque los datos finales de toda la jornada modifican las primeras percepciones. Pero para un análisis exacto hay que descender a los detalles de participación por zonas. Llamativa era la relativa alta participación en Cataluña por la mañana, teniendo en cuenta la especial circunstancia política de la comunidad. Precisamente se detectó un incremento en el interés por participar, tras la desidia inicial, después de los disturbios de Cataluña por la sentencia del 'procés'.

De difícil interpretación de momento es el caso extraordinario de las Islas Baleares, muy por debajo de la media, con siete puntos menos que en las anteriores elecciones.

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