Una huelga en el servicio de residuos provoca acumulaciones de basura en varios municipios de Tarragona

Los vecinos de hasta cuatro municipios de Tarragona comienzan, poco a poco, a acostumbrarse a vivir entre basuras acumuladas. Cualquier que pasee por las calles céntricas del municipio puede ver cómo los residuos se amontonan junto a las puertas de las casas debido a la huelga que, desde hace dos semanas, han iniciado los trabajadores del servicio de limpieza.

Los empleados reclaman unas condiciones laborales y salariales dignas que llevan pidiendo desde hace varios años a la empresa que obtuvo la concesión por parte del ayuntamiento.

Este hecho ha provocado que, desde hace varios días, hayan dejado de recoger diariamente la basura puerta por puerta como hacían hasta ahora al tratarse de municipios pequeños.

Los vecinos de localidades como L'Arbóç están acostumbrados a dejar los residuos y que dicha empresa los recoja. Sin embargo, al hacer huelga parcial, no pasan por todos las casas de forma diaria ni recogen todos los días el mismo tipo de residuo. De este modo, los restos orgánicos pueden estar más de veinticuatro horas conviviendo con los vecinos.

Ante esta situación, la única alternativa con la que cuentan es la de caminar (o ir en coche) hasta una zona situada a las afueras del municipio en la que las bolsas de basura comienzan a amontonarse. Sin embargo, no es una solución apta para todos.

Hay personas mayores que no pueden desplazarse hasta esta zona y necesitan de familiares para que les puedan recoger los residuos.

Por ello, los vecinos comienzan a pedir una explicación y una solución rápida a esta situación. Afirman entender la situación de los empleados y su derecho a manifestarse y reclamar sus derechos, pero el día a día entre basura les está empezando a afectar.

Además del olor que se cuela en los hogares, especialmente en los bajos, las ratas comienzan a hacer acto de presencia con motivo de la acumulación de basura.

Por ahora, los trabajadores afectados han repartido un comunicado por los diferentes municipios en el que piden "comprensión y solidaridad" a los vecinos por los perjuicios que puedan ocasionar, aunque la protesta no tiene fecha límite.

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