Temporal de frío

Estrés térmico: trabajar bajo condiciones de frío

Este invierno nos está dejando temperaturas gélidas, e incluso bajo cero. Protegerse del frío no siempre es fácil, sobre todo si por razones de trabajo se requiere pasar la jornada en plena calle.

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Guantes, gorro, camiseta y pantalón térmico... Las personas que trabajan a la intemperie tienen que seguir desempeñando su actividad haga calor... o mucho frío, como ocurre estos días. Trabajar bajo estas gélidas temperaturas puede ocasionar "estrés térmico". Es decir, estrés producido como consecuencia de una exposición continuada a un ambiente laboral frío.

¿Qué se considera como tal? Según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, ocurre cuando se trabaja a menos de 15ºC de forma continuada en exteriores o en interiores no calefactados. En el caso de que las temperaturas sean inferiores a 5ºC, y especialmente si son negativas, se considera que el riesgo es inmediato.

El principal síntoma es una pérdida excesiva de calor corporal. Pero "también se puede sufrir desde un leve enfriamiento hasta problemas más graves que pueden llegar a la hipotermia", explica María Sánchez, responsable de telemedicina de Cigna. Además de entumecimiento muscular, enfermedades respiratorias como bronquitis o neumonía, o lesiones en la piel.

Protegerse del frío

Para evitar esta situación, los expertos coinciden en que la ropa y la alimentación son dos elementos importantes. Concretamente, se recomienda "proteger las extremidades, porque es una forma de evitar el enfriamiento localizado", detalla Sánchez. Y también, "tomar bebidas calientes y mantenerse hidratado", añade Mónica Muncharaz, técnica de prevención de riesgos laborales de GiGroup.

Lo saben bien quienes tienen que pasar su jornada laboral en plena calle. "Abrigarse bien y de vez en cuando entrar a tomar un caldo calentito", cuenta Daniel, albañil de profesión. "Y si no hacemos un poco de lumbre, nos calentamos las manos y ya está", relata su compañero José. También es importante planificar el trabajo en función de las condiciones meteorológicas y realizar descansos en lugares climatizados.

Factores del estrés térmico

Además de la temperatura, en el estrés térmico influyen más variables. Por ejemplo, a mayor humedad, más difícil resulta la evaporación del sudor, lo que acentúa la sensación de disconfort por frío. También el viento. Según el Real Decreto 486/1997, en ambientes no calurosos se recomienda no trabajar con una exposición continuada a corrientes de aire superiores a 0,25 m/s. Además hay que tener en cuenta la actividad física. Aunque creamos que al estar en movimiento tenemos menos frío, lo cierto es que si en esa actividad se pierde más calor que el que el propio cuerpo genera, también se produciría un rápido enfriamiento.

Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece las disposiciones mínimas de seguridad que deben cumplir los lugares de trabajo, entre ellas, la temperatura. Por eso, los trabajadores que se encuentren expuestos de forma prolongada a ambientes de menos de 15ºC, pueden solicitar a su empresa que se realice una evaluación del riesgo de estrés por frío. Además, "lo ideal sería que antes de exponerse a ese ambiente frío, el trabajador tenga un periodo de entre 7 y 14 días para habituarse a ese entorno frío", explica Inmaculada Martínez, psicóloga de Doctoralia.

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