Cobrar por reservar

La estrategia de cada vez más restaurantes para evitar el 'plantón' de las reservas

Hay gente que reserva mesa en un restaurante y luego no aparece. Esos plantones suponen pérdidas económicas enormes para los negocios. Así que muchos ya están pidiendo una fianza a los comensales al reservar.

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Durante estas fechas es complicado encontrar un hueco para comer en un restaurante. Lo mejor es reservar y así asegurar una mesa. Pero en ocasiones, el cliente no acude, el cubierto no se utiliza y el género que está en las cocinas, pescado, marisco o carne, se estropea.

Pablo Villar, propietario del restaurant Don Gaiferos, en Santiago de Compostela, nos cuenta que el día 24 de diciembre, los clientes de cuatro mesas no aparecieron y "eso fastidia y te pone de muy mal humor".

Lo mismo le ocurrió a Antonio González. Es el propietario del restaurante Los Zagales, en Valladolid. "Un día uno de enero, nos fallaron seis meses, nos hicieron una reserva y nos dieron plantón. Medio centenar de sillas se quedaron vacías", denuncia.

González no se lo pensó dos veces. A raíz de ese problema decidió cobrar por reservar. "Desde hace unos años nosotros cobramos unas fianza de unos 60 euros por comensal". Desde entonces, asegura que desde que instauraron este método, "no nos falla ninguna reserva". Si anulan la reserva lo hacen con tiempo de antelación "y no nos hacen un roto".

En este sentido Emilio Gallego, secretario general de la Confederación de Hostelería de España, dice que cada vez más restaurantes de toda España están tomando esta decisión "se les pide dejar un número de cuenta corriente o de tarjeta de crédito para poder realizar esa reserva".

Recomendaciones para hacer la reserva con seguridad

Desde la OCU, aseguran que eso es legal "siempre y cuando se informe claramente al consumidor y se haga con garantías". Recomienda que esa reserva y ese pago de fianza se haga on line, a través de páginas web. "No recomendamos hacerlo por teléfono por dar una tarjeta de crédito sin garantías suficientes", indica.

Hace unos meses, un juzgado de Donostia dio la razón a un restaurador que cobró 510 euros a un cliente que, tras realizar una reserva para tres comensales, ni anuló esa reserva, ni se presentó. Según el propietario del restaurante, "lógicamente el cliente había aceptado la política de reserva y de cancelación".

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