El director general de Ibercaja, Amado Franco, ha reprochado al Banco de España su "afán" de no separar las entidades malas de las saneadas, y ha asegurado que "no se tenía que haber permitido la fusión de Bankia" ante el riesgo de "agusanar" la banca española.
"Cuando hay manzanas buenas y agusanadas no se deben mezclar, porque si no acaban todas con gusanos", aseguró Franco para después agregar que de la fusión de Bankia "parten todos los males".
Para el director general de Ibercaja, la situación que atraviesa el sector financiero se debe a que no se ha diferenciado entre entidades saneadas y las que no. "Fue un gran error no separar las ovejas negras del resto hace dos, tres o cuatro años", afirmó.
Franco criticó por ello el corporativismo "mal entendido" de asegurar que toda la banca española eran sólida, pues consideró que al final se ha "degradado" la imagen de todo el sector. "No todos somos Bankia", zanjó.
El banquero además defendió que la banca española está "bastante mejor" de lo que dicen los mercados y consideró que está "sobredotada" tras las provisiones exigidas para sanear el crédito promotor. En este sentido, cifró en torno a 40.000 millones las necesidades de capital para las entidades con ayudas públicas.
En cuanto a si se deben buscar responsabilidades por la crisis en Bankia, Franco se mostró tajante: "Si hay dinero público: luz y taquígrafos". Eso sí, cuestionó que ahora sea el "momento adecuado", al considerar que puede que haya que esperar "un poco".
Sobre la fusión de Ibercaja con Liberbak, el banquero aseguró que las circunstancias "mandan" y la política del Gobierno para reestructurar el sector pasa por buscar el "menor" número de entidades y "mayo tamaño". "Las bodas tocan y a las bodas hemos ido", apuntó.
Por último, Franco confió en que a finales de 2013 se empiecen a generar puestos de trabajo de forma "significativa", al tiempo que consideró que la salida de la crisis se debe encarar ganando "más competitividad".