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ENTERRADOS POR LA HERENCIA

Clavelina, la anciana asturiana que reclama eliminar el impuesto de sucesiones: "Me siento estafada"

Heredar no siempre es un regalo. Una herencia muchas veces no es una lotería, hay que tributar y la tributación no es un problema salvo cuando supone todo el patrimonio.

Espejo Público recogió la primera queja que se escondía tras la problemática de las herencias y, desde entonces esto se ha convertido en una bola de nieve.

Cuando una persona recibe una herencia ha de pagar las tasas de notario, de registros y documentales.

El impuesto de sucesiones está transferido a las CCAA, y es aquí donde se producen las mayores diferencias. No es lo mismo heredar en Asturias o Andalucía que en Cantabria o Canarias.

Clavelina es una anciana de 82 años asturiana. No es experta en leyes ni entiende de números pero se ha convertido en la voz de todos los afectados por las diferencias que el impuesto de sucesiones marca en CCAA como en la suya. Clavelina le ha declarado la guerra y no parará hasta lograr su reto: eliminar este tributo.

En Asturias heredar sale especialmente caro. Clavelina tuvo que pagar 80.000 euros por una herencia de 300.000 euros.

"Cuando me enteré que en Madrid y en otros sitios son 300 euros lo que pagan, me sentí completamente estafada". Clavelina denuncia que en España se dice que todos somos iguales ante la ley, por eso ella quiere ser como cualquier otro ciudadano. "Yo no quiero que a mí me cobren más y a otro menos".

A sus 82 años se ha convertido en la cara visible de una campaña ciudadana que ya ha recogido 100.000 firmas en toda Asturias, porque como ella dice: "Si te sacrificas para que tu hijo tenga una vida un poco mejor que la tuya eso no quiere decir que seas rico".

En Andalucía la situación es prácticamente idéntica. En Arcos de la Frontera, en Cádiz, Josefa y su hijo pueden perder el negocio familiar.

En los años 60 Josefa y su marido Juan emigraron a Alemania en busca de un futuro. En el país germano Juan encontró trabajo de mecánico y ella en una fábrica de lápices. Tras varios años volvieron a Cádiz para empezar de nuevo. Al morir Juan, el hijo Alejandro ha tomado el relevo, pero el impuesto de sucesiones pone en riesgo todo su patrimonio. Hacienda les reclama 280.000 euros.

Alejandro denuncia que es "la Junta de Andalucía la que hereda".

Los casos se suceden uno detrás de otro. Protagonistas en la distancia de una misma historia. En Sevilla Carlos nunca imaginó que la herencia de su tía podría traerle a él y a su familia la ruina. Él y sus padres heredaron una casa un local y un terreno en un pueblo de Sevilla. Un patrimonio que la Junta ha tasado en 600.000. Mal asesorado aceptó una herencia que no puede afrontar. Hacienda le reclama 300.000 euros que no tiene si nada lo remedia será desahuciado. Con 23 años tampoco puede ir a la Universidad porque le niegan todas las ayudas.

Las llamadas herencias indirectas sufren los mismos problemas. En La Garrovilla, Badajoz, Francisca heredó una vivienda de unos tíos que la criaron como a una hija más. Sin embargo, la ley no la considera heredera directa y o pagan lo que les reclaman o la casa familiar saldrá a subasta.

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