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Barcelona - Real Madrid

La RFEF tiene la potestad de llevar el Clásico a campo neutral por "razón de fuerza mayor"

En cuanto al partido Barcelona - Real Madrid de la Liga el artículo 42.3 de los Estatutos de la RFEF contempla la posibilidad de suspender, adelantar o retrasar, y determinar fecha y lugar de partidos por causa reglamentaria, razones de fuerza mayor, o disposición de la autoridad competente.

En resumen

  • Los estatutos de la RFEF contemplan una serie de potestades en caso de fuerza mayor
  • El Clásico podría jugarse en campo neutral si así lo decide la Federación
  • Tsunami Democràtic ha convocado una manifestación y coaccionado al Barcelona

La reunión de urgencia llevada a cabo en Las Rozas este mismo miércoles, a una semana del Clásico, es una primera toma de contacto para establecer posibles medidas en caso de que no se pudiera garantizar la seguridad del Barcelona-Real Madrid del próximo 18 de diciembre.

Poco o nada ha trascendido sobre lo hablado en la sede de la RFEF, pero lo que sí están estipuladas y fijadas son las medidas que la Federación pueden tomar de cara al partido.

La Federación puede llevar el Clásico a campo neutral

El artículo 42.3 de los Estatutos de la RFEF contempla la potestad por parte de la entidad presidida por Luis Rubiales para aplazar, suspender o cambiar la fecha y la hora de un partido por "razones de fuerza mayor".

En concreto, el citado articulo, dice: "Con independencia del ejercicio de las facultades disciplinarias que son propias de los órganos federativos de esta naturaleza, corresponden a la RFEF, por sí o a través del órgano en quien delegue (el Comité de Competición), las siguientes competencias: Suspender, adelantar o retrasar partidos y determinar la fecha y, en su caso, lugar de los que, por causa reglamentaria, razones de fuerza mayor, o disposición de la autoridad competente, no puedan celebrarse el día establecido en el calendario oficial o en las instalaciones deportivas propias".

De esta forma, a día de hoy no se descarta un cambio de sede para el partido. El último precedente, el Boca-River del Bernabéu, resultó ejemplar en lo que a seguridad se refiere. Un nuevo aplazamiento no resultaría más que un parche temporal, y la posibilidad de jugar el partido a puerta cerrada, como se hizo el uno de octubre de 2017 tampoco parece una solución, ya que lo que más preocupa no está dentro del estadio sino fuera.

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