Niños jugando al fútbol

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Fútbol

El niño de 11 años que se enfrentó a los padres en la grada: "Callad y dejad a la árbitra tranquila de una vez, ¿no veis que está llorando?"

El portero de 11 años Diego Pablo paró un partido de alevines para defender a la árbitro del partido. Ana estaba siendo increpada por los padres y madres de la grada del Complejo Deportivo de La Toba (Avilés) cuando Diego, harto y viendo las lágrimas de la colegiada, se lo recriminó directamente.

En resumen
  • "Muchas gracias por todo, eres un ejemplo para los padres".
  • "Solo me daba pena que llorases y me parece que la situación ha sido injusta. Son los padres los que deben trasmitir otros valores".

El lamentable momento se produjo en el encuentro de Tercera Alevín entre el Avilés Stadium CF y el Deportivo Valdés CF. Los goles empezaron a llegar por parte del conjunto visitante y la grada lo pagó con Ana, que a sus 19 años estaba dirigiendo su tercer partido como colegiada.

Los insultos y gritos no hicieron sino más que aumentar desde el graderío y finalmente Ana, fruto de la tensión, no pudo evitar contener las lágrimas. Y pese, a que ambos entrenadores acudieron a consolarla, la afición no desistió de tan lamentable actitud.

"Desgraciadamente estas situaciones no son nuevas y se repiten casa semana por los campos de fútbol", confesó Ana para El Comercio. Viendo la situación Diego, de tan solo 11 años, se revolvió contra su afición para hacer sofocar a los padres que la increpaban.

"Callad y dejad a la árbitra tranquila de una vez, ¿No veis que está llorando? ¡Parad, parad!", les gritó enfado el joven guardameta, en ese momento se produjo el punto de inflexión para la colegiada, la tónica del encuentro cambió drasticamente: "Lo estás haciendo bien, venga ánimo" se empezó a escuchar en el Complejo Deportivo de La Toba.

En un encuentro tras el partido Ana se deshizo en agradecimientos para el pequeño 'héroe' de la jornada. "Muchas gracias por todo, eres un ejemplo para los padres", aseguró Ana, a lo que Diego contesto desde la más pura sinceridad: "Solo me daba pena que llorases y me parece que la situación ha sido injusta. Son los padres los que deben trasmitir otros valores"

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